lunes, 25 de noviembre de 2013

Arequipa sede del XIII Encuentro de Ciudades Patrimonio del Mundo

Arequipa fue elegida sede del XIII Encuentro de Ciudades Patrimonio del Mundo
 
La ciudad de Arequipa fue elegida sede del XIII Encuentro Internacional de Ciudades Patrimonio Mundial 2015, evento internacional que congrega a las ciudades que tienen en su territorio un sitio inscrito por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial.
 
La elección se realizó en la víspera en la ciudad mexicana de  Oaxaca, donde se desarrolla la XII edición del  Encuentro Internacional de Ciudades Patrimonio Mundial.
 
El alcalde provincial de Arequipa, Alfredo Zegarra, viajó a México para participar de la reunión y postular a la ciudad como sede del encuentro que se realiza desde 1991.
 
Arequipa compitió en la elección con las ciudades de Córdoba (España), Dempasar (Indonesia), Varsovia (Polonia) y Elvas (Portugal).
 
Para el desarrollo del XIII Encuentro Internacional de Ciudades Patrimonio Mundial 2015 se estima la presencia de representantes de 238 ciudades de 70 naciones de los cinco continentes del mundo.
 
Arequipa participó del Encuentro Internacional de Ciudades Patrimonio Mundial en su calidad de Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, título que le fue otorgado por la Unesco en diciembre del año 2000.
 
La Organización de las Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM) se dedica a ayudar a las ciudades miembros a adaptar y perfeccionar su modo de gestión con arreglo a las exigencias particulares atribuibles a la presencia de sitios inscritos por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial.
 
Fuente: Andina
 
Con este video, Arequipa fue elegida sede del XIII Encuentro de Ciudades Patrimonio del Mundo, quienes no conozcan la "Blanca Ciudad" están cordialmente invitados e invitadas:

Nuestra apuesta anticorrupción

Julio Arbizu: “Mi hija me dice: ¿Y no hay nadie más que pueda hacerse cargo, papá?”
 
Procurador anticorrupción. Nació en Lima en julio de 1974. Abogado por la PUCP, con estudios de especialidad en Chile y Estados Unidos. Ha trabajado como asesor en el Congreso de la República.
 
Cuando Julio Arbizu llegó por primera vez a la Procuraduría Anticorrupción había un chico en la puerta que, de acuerdo a su humor, iba fijando las prioridades del despacho metiendo en el mismo saco al infractor que se ha pasado la luz roja y a un ministro que ha robado dinero público. Junto a un equipo de jóvenes profesionales, Arbizu ha reorganizado la administración de los casos y convertido su oficina en una de las instituciones más temidas e incómodas para los políticos, en tiempos de máxima presión, cuando acechan los fantasmas de nuestro pasado corrupto. A él, el perseguidor perseguido, lo encontramos, cómo no, saliendo de una reunión y compartimos unos minutos en el chat del Facebook.
 
¿No te enerva que Fujimori sea entrevistado en medios?
 
Sí, me enerva muchísimo. El caso de Fujimori, y el de otros condenados, me parece terrible porque supone que sujetos que han sido hallados culpables publiciten sus falsas redenciones, afectando más a sus víctimas. Yo creo que cada vez que Fujimori vuelve a decir que es inocente, victimiza más a los deudos de las matanzas de la Cantuta o Barrios Altos.
 
¿Cuál dirías tú que es la finalidad ética, más profunda de tu trabajo?
 
A nosotros nos toca ir por la indemnización o recuperar el dinero de la corrupción, pero nosotros nos hemos propuesto trascender el análisis economicista…
 
Pero entonces no es muy anti, sería más bien "postcorrupción", ¿no?
 
Eso es verdad. Es lo más importante que vamos a dejar. Reparaciones sí, pero también comunicarle a la gente que cada vez que se comete un delito de corrupción se violan sus derechos y el Estado abdica de su obligación de garantizarlos.
 
¿Cómo se prevé este tipo de casos?
 
Hoy sabemos con qué frecuencia ocurren casos de peculado o colusión (entre los dos son más del 70% de los casos), que tiene que ver con la administración de fondos públicos y con compras del Estado. Eso nos permite darle insumos a las instancias de prevención, al Parlamento y a los órganos de control.
 
A veces no te sientes como Sísifo empujando tu roca para volver a empezar desde abajo al día siguiente?
 
Totalmente. Y por eso muchas veces me he planteado la absoluta inutilidad de todo el esfuerzo.
 
¿Qué te mantiene?
 
Va a parecer efectista, pero es que llego a mi casa y mi hija siempre me dice algo nuevo. Me lee. Me ve en la tele y se ha comprado todo el discurso.
 
Los niños pueden ponernos en perspectiva ¿no?
 
Sí, pero, ¿sabes? También dice cosas terribles, como que me ve cada vez menos en casa, y que me importa más el trabajo que ella… y entonces pregunta: ¿Y no hay nadie más que pueda hacerse cargo?
 
¿Cuánto duermes?
 
Cada vez menos. En promedio deben ser cuatro horas.
 
¿Cuánto tiempo pasas en la oficina?
 
Llego antes de las ocho. Siempre paso a dejar a Gabriela al cole, he tratado de mantener eso y me voy cerca de las diez u once, pero últimamente vengo también sábados y domingos.
 
¿Recibes o has recibido alguna vez presiones directas del Presidente o de cualquier otro personaje que detente algún poder?
 
Si eso pasa me voy y al día siguiente lo anuncio en conferencia de prensa. Pero no te voy a negar que algunas veces ha llamado gente a decir "mira, yo no te voy a decir que hagas o no tal cosa, pero convendría..." o "me han dicho que estás muy furioso en este caso...."
 
¿Y qué haces?
 
Te confieso que soy menos drástico de lo que debería o quisiera ser y eso me provoca muchas veces un sentimiento de culpa terrible.
 
¿Tú dices siempre la verdad?
 
¡Qué pregunta!
 
Eres el fiscal anticorrupción, deberías decirme que sí.
 
No creo en ninguna religión, de modo que mi relación con la verdad tiene que ver con mis propios estándares éticos y en la chamba he tratado de que sean rigurosos, pero me parece que responderte sí sería demasiado pretencioso.
 
¿Crees que existe en nuestro país un poder en la sombra?
 
Creo que hay poderes fácticos, que muchas veces se imponen y que buscan que la administración del poder formal los beneficie, pero creo también que esos poderes están más a la luz que a la sombra, solo que nadie los señala.
 
¿Esos poderes fácticos son económicos?
 
En gran medida y son los mismos que se reciclan, una y otra vez, en discursos cada vez más amigables. Hace diez años, cuando Camet era procesado por el caso de los MIG 29 alguien dijo: "¡Pero cómo va a haber cometido un delito tan grave este señor tan rosadito!". Hoy nadie se atrevería a decir algo así, pero en cambio lo recordaron a su muerte como el gran componedor de la economía.
 
¿Es posible cambiar el sistema de castas en el Perú?
 
Es alucinante porque esa es quizá la herencia colonial más perniciosa. Los privilegios están arraigados además de en el dinero, en una serie de parámetros que están en el imaginario de la gente: en este país no es igual de responsable uno y otro, aunque hayan cometido el mismo delito.
 
En Chile, ex líderes estudiantiles son ahora diputados ¿qué necesitamos para renovar nuestra clase política?
 
Yo creo que hay una diferencia fundamental, nosotros sufrimos a Sendero y la guerra y su consecuencia es un desencanto integral. La rebeldía, que es consustancial a la juventud, aquí parece que fuera patrimonio de algunos locos radicales. Entonces cuando hablas fuerte y duro y reclamas, despiertas ese horror del que se aprovecha tanto político jurásico: "estos son terroristas"
 
¿Tienes aspiraciones políticas?
 
Debería haber escrito no, de inmediato. Y sin embargo lo pensé.
 
¿Y que me respondes después de estos incómodos segundos?
 
Mira, yo siento que en alguna medida, la función pública requiere de gente que asuma compromisos…
 
Genial, ¡ya hablas como político!
 
Pero si me hablas de interés de postular a un cargo de representación hoy. Es decir, pensarlo desde hoy, te diré que no.
 
Sinceramente, ¿cuánto más crees que puedas aguantar en el cargo?
 
Llevo dos años en esto y a veces pienso que estoy al borde del algún colapso. Pero tengo otros momentos más gratificantes, cuando alguien se toma la molestia de hacer una lista de apoyo o de saludarme en la calle y llamarme valiente.
 
Fuente: La República

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Reforma del Transporte en Lima

La Reforma del Transporte en Lima
 
Escribe: Susana Villarán
Alcaldesa de Lima Metropolitana
 
Tenemos 31.500 buses con una edad promedio de 22 años. 120.000 taxis, de los cuales 35.000 tienen más de 15 años. En Lima los vehículos para transportar la basura tenían hasta hace pocos años límites de antigüedad inferiores a los vehículos que transportaban personas. Así, la edad del parque vehicular público, aunada a la total ausencia de supervisión de las revisiones técnicas por conflictos legales por todos conocidos, ha causado que dos tercios de la contaminación aérea sean causados por los vehículos. En Lima vivimos 23 años regulando el transporte como si este pudiera dejarse a las libres fuerzas del mercado, con timón cambiado a la derecha y carros chatarra de segunda mano. Nos olvidamos que el transporte urbano requiere frecuencias, paraderos, conductores en planilla, empresas fuertes y rutas socialmente rentables y eficientes.
 
Así, en nuestra Lima los conductores de buses se acostumbraron a parar en cualquier lugar. Pero además hay 38.000 kilómetros de rutas superpuestas que generan S/.4.000 millones en pérdidas para las empresas y un modelo comisionista-afiliador que causa una competencia asesina entre los choferes (la guerra del centavo). Finalmente, todos estos factores, aunados a un déficit de infraestructura vial estimado en más de S/.15.000 millones nos generan pérdidas por congestión que han sido calculadas en US$7.000 millones anuales. Por todo ello, 50.000 de los 80.000 accidentes del país ocurren en nuestra ciudad.
 
Frente a este panorama, hemos luchado mucho para poner orden. En el primer trimestre de mi gestión definimos el esquema de la reforma y las avenidas para los corredores complementarios. En junio del 2011, congelamos la flota de buses, prohibimos el ingreso de nuevas combis y establecimos la tecnología euro 4 para los buses, que es 50 veces menos contaminante que la de los mejores buses actuales. Por estas medidas, tuvimos el primer paro de transportes liderado por Ricardo Pareja. Pero no cedimos a las presiones y encauzamos el conflicto hacia una mesa técnica mixta en donde concertamos las futuras condiciones de operación sobre la base de tres premisas: todos a bordo, todos los trabajadores en planilla y todos los propietarios accionistas. Propusimos una reforma inclusiva y que los corredores más estructurantes se hagan a partir de licitaciones y concesiones.
 
En diciembre del 2011, convocamos a todas las empresas de Lima a una asistencia técnica para adecuarse a la reforma propuesta. 53 promesas de consorcios aceptaron la invitación. Esas promesas de consorcios se reagruparon en 31 consorcios y hoy 21 de ellos han logrado precalificar. Participaron en esta licitación 153 empresas y 12.800 unidades. En pocos días, el 18 de noviembre próximo, recibiremos las propuestas técnicas y económicas y a más tardar el 6 de abril firmaremos los 49 contratos de concesión de los corredores complementarios. Hemos trabajado duro para rediseñar todas las rutas de Lima.
 
Nos ha costado ir dando cada paso. Pero en todo momento lo hemos hecho bajo la premisa de resolver el problema del transporte urbano en la raíz del mismo: ordenar frecuencias y paraderos, mejorar el modelo empresarial e implementar el nuevo plan regulador de rutas. Hoy estamos listos y el 40% de las rutas serán modernizadas por Pro Transporte a través de los corredores complementarios y el 60% restante a través de autorizaciones y concesiones que serán ejecutadas por la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Este enorme esfuerzo de reingeniería técnica y social permitirá reducir los tiempos a la mitad en al menos 5 millones de viajes diarios, reducir en un tercio la contaminación ambiental y bajar a menos de un quinto los accidentes en los corredores principales.
 
Falta poco para que a inicios del 2014 reestructuremos el primero de los cinco corredores complementarios, Arequipa-Tacna-Garcilaso. Dejar atrás la guerra del centavo está costando mucho, pero ya superamos 11 paros y 20 procesos en el Poder Judicial y el Indecopi, y en todos salimos airosos.
 
Los intereses de los afiliadores son muchos, pero la necesidad del cambio es mayor. Esperamos todo el apoyo de los líderes del país y de los medios para terminar de ejecutar la reforma. Esta es una de las victorias más importantes, y más esperada, para nuestra ciudad de Lima.
 
Fuente: El Comercio

Rápidos y furiosos en Educación

El Informante
 
Rápidos y furiosos en Educación
 
¿Podrá Jaime Saavedra con los problemas que agobiaron a la renunciante Patricia Salas?
 
Escribe: Ricardo Uceda
 
En su primer acto como ministro de Educación, Jaime Saavedra postergó un concurso para nombrar a trece mil nuevos directores de colegios estatales, de un total de dieciocho mil que deberán ser designados en los próximos meses. Se oponen muchos de quienes ocupan los cargos. Para detener los exámenes interpusieron unas trescientas acciones de amparo en las ciudades principales e hicieron continuas marchas al Congreso. Diversas bancadas los apoyan, sobre todo la del Apra. Si la ex ministra Patricia Salas no hubiera renunciado, este lunes habría asistido a una áspera reunión con la Comisión de Educación. Después le esperaba una áspera interpelación. Luego se venían esfuerzos para lograr su censura.
 
El argumento en contra de los concursos es que vulneran derechos adquiridos de estabilidad en el cargo de los directores de colegios. El favorable es que fueron nombrados por solo cinco años. A Salas le faltaba el aire político necesario para dar esta batalla, decisiva para el avance del proyecto educativo del gobierno. Saavedra debe ganarla, o le espera la misma suerte.
 
LOS FURIOSOS
 
Desde 1994, decenas de miles de profesores concursan para ser directores y subdirectores de colegios por cinco años. Nuevos concursos se convocaban conforme los periodos se iban venciendo. Pero se interrumpieron en 2006, de modo que los directores actuales ejercen el cargo con el mandato vencido. Fue un efecto colateral de la fallida reforma de la carrera magisterial intentada en el gobierno anterior.
 
Esta reforma ofrecía beneficios remunerativos a quienes aceptaran ser evaluados, abandonando el esquema protector de una ley de 1984. Después de cinco convocatorias solo 25.000 de 196.000 profesores dejaron el antiguo sistema. Lo cual frenó el proceso concursal en los colegios. No quedaron candidatos, pues quienes compitieran debían haber dado el salto. Entonces se produjo otro cambio.
 
Desde 2012, con la ley de Reforma Magisterial decretada durante la gestión de Salas, todos los profesores pertenecen a un mismo régimen, todos deben aprobar exámenes y los cargos directivos de las escuelas públicas vuelven a ser concursados. Quienes ganen serán evaluados cada tres años para continuar en el puesto. Sin embargo, antes habrá jaleo.
 
La tesis de los derechos adquiridos subyace en un proyecto de ley que el congresista del Apra Javier Velásquez Quesquén sustentó el 28 de octubre en la Comisión de Educación. En su artículo único, amplía la permanencia en el cargo de los actuales directores de colegios estatales, sujetándola a evaluaciones. Estaba allí para contradecirlo Manuel Paiba, el director de Trayectoria Docente del Minedu. Velásquez no permitió que hablara.
 
–No voy a debatir con un técnico –dijo–. Que venga la ministra.
 
Pero la ministra renunció.
 
LOS RÁPIDOS
 
Para el nuevo ministro el concurso es un partido de fondo porque, con un sistema en crisis, está previsto que los directores sean líderes del cambio educativo. Tendrán poderes administrativos y sancionadores, algo que hoy no ocurre. Aparte de un examen con preguntas aleatorias sobre diversos aspectos de la gestión, será importante la solución de un problema hipotético dentro de la escuela. Saavedra, al postergar el concurso hasta mediados de noviembre, quiso asegurarse que la automatización del proceso funcionara en todas las provincias. Era un retraso más, porque el ministerio lleva varios en su haber.
 
El Minedu aún no realiza dos concursos voluntarios previstos en la Ley de Reforma Magisterial para profesores del sistema de 1984. Son como doscientos mil. Ellos fueron recategorizados a escalas inferiores y los exámenes les permitirán ascender si aprueban. “Estas pruebas  debieron ser anteriores a los concursos de directores de escuela”, dijo un alto funcionario. “Como la desconfianza es altísima entre los maestros la ley debe ser aplicada rápido, para que vean resultados”.
 
La administración Salas ha demostrado cierta lentitud, y una idea en el gobierno es que ello brinda más alas a la oposición, que no solamente es aprista. El Tribunal Constitucional resolverá tres demandas contra diversos artículos de la norma, una de ellas del Sutep, que ha contratado a Javier Valle Riestra.
 
Saavedra, sin embargo, ha ratificado a Fernando Bolaños y Martín Vegas, viceministros de las áreas institucional y pedagógica, respectivamente. Los complementará con la asesoría del experto en sicología educacional Santiago Cueto y con la de los dos viceministros que organizaron el Midis con Carolina Trivelli: Juan Pablo Silva y Jorge Arrunátegui. Ambos traen la consigna de producir mayor rapidez en la implementación de las políticas. Aunque el Sutep sostiene que el recambio en Educación es para que allí se hable el mismo lenguaje del MEF –que los recién llegados dominan a la perfección–, una fuente gubernamental dijo que era para movilizar a un ministerio estancado.
 
–Hay que destrabar cuellos de botella –añadió–. Hacer que las cosas sucedan.
 Por cierto, Salas tenía atragantada otra pepa: su propia reforma institucional. La trababa un desacuerdo con el presidente de la Comisión de Educación, Daniel Mora, respecto de la supervisión a las universidades.
 
ORDEN DE PALACIO
 
Mora fue una pieza importante para apoyar en el Congreso la Ley de Organización y Funciones (LOF) del Ministerio de Educación. Solo que discrepaba en un punto: la supervisión de las universidades. En el proyecto inicial enviado por el Minedu al Congreso contemplaba que los actuales viceministerios de Gestión Institucional y Gestión Pedagógica se convertirían en uno de Educación Básica y otro de Educación Superior. Estaba pensado que en el primero estuviera Vegas y en el segundo Bolaños. Pero el sistema universitario estaba fuera del foco de interés del ministerio. Cuando el proyecto llegó a sus manos, Mora se lo chantó sin mayor trámite.
 
El tortuoso camino de este proyecto comenzó en la Comisión de Descentralización, que también discute asuntos de modernización del Estado. En el primer semestre del 2013 estaba presidida por Richard Acuña, hijo del dueño del consorcio universitario César Vallejo. Allí pasó sin problemas la delimitación competencia del ministerio, restringida a “institutos y escuelas superiores”. Cuando el dictamen pasó a la Comisión de Educación, Mora reemplazó estos términos por “educación superior”, a secas.  A continuación, incluyó una Autoridad Nacional de Educación Universitaria adscrita al flamante viceministerio de Educación Superior. El Minedu no la quería para nada.
 
La discrepancia sobre este organismo, que el sentido común considera necesario pero que viola la autonomía universitaria, mantiene entrampada la reforma institucional del ministerio. Bolaños sigue de viceministro en el aire. La ex ministra no tenía juego político en el Congreso, donde más bien cosechaba animadversiones. El 19 setiembre, Jorge Rengifo, el coordinador parlamentario de Educación, llegó al hemiciclo, donde iba a comenzar un pleno,  con la noticia de que había una orden de Palacio de Gobierno para votar de una vez la LOF del ministerio tal cual había sido enviada originalmente.  Mora estaba a punto de dar su brazo a torcer, cuando un asesor le hizo leer declaraciones de Ollanta Humala publicadas esa mañana en los diarios. Pedía combatir a las universidades-negocio.
 
–¿Cuál orden de Palacio?
 
–dijo– . Y la LOF no se votó.
 
LA OTRA MEGA
 
El presidente, en efecto, quiere meterles mano a las universidades-negocio, pero la autonomía está de por medio. Una ley universitaria se halla en elaboración, y Mora está encima con el mismo objetivo. La complicidad de la Asociación Nacional de Rectores con situaciones insostenibles parece fuera de toda duda. En el Congreso hubo una discusión por adelantado cuando, el 31 de octubre, resolvió sin un voto en contra que la Comisión de Educación  investigue irregularidades en la Universidad Garcilaso de la Vega, que no paga impuestos y cuyo rector gana diez millones de dólares al año. 
 
¿Considerará Saavedra este tema como suyo?
 
Fuente: La República

miércoles, 9 de octubre de 2013

Trabajo infantil y educación en zonas rurales del Perú

Trabajo infantil y educación: El uso adecuado del tiempo en zonas rurales
 
La gran mayoría de los niños trabajadores se ubican en las zonas rurales:
El 32.2% de los niños en Junín, el 69.3% en la región Huancavelica y el 47.5% en la región Pasco, son sometidos a trabajo infantil.
 
Los niños que laboran en estas actividades no cumplen con un adecuado desarrollo educacional pues en época de siembra y cosecha, son retirados de los colegios para apoyar en el campo, y  una vez que regresan a los centros educativos ya les es difícil alcanzar el nivel de sus compañeros y por ende terminan abandonando sus estudios, muchos a duras penas acaban la primaria reduciendo sus posibilidades de desarrollo personal.
 
Los niños mejor preparados obtendrán mejores remuneraciones en un futuro.
 
¿Por qué deben priorizar el tiempo para estudiar? ¿Cómo mejorar esta situación?
 
    Muchas comunidades todavía manifiestan características machistas, ya que prefieren mandar a los hijos varones al colegio y a las mujeres dejarlas en casa ayudando a las labores del hogar.
    Según estudios, del total de niños, niñas y adolescentes peruanos entre los 6 y 16 años de edad que trabaja, el 43.7% acumula en promedio 3 años de retraso escolar en comparación con los niños que no laboran; por lo tanto el trabajo infantil sí interfiere con la asistencia escolar y con la culminación oportuna de los estudios.
    La realidad muestra que la juventud peruana enfrenta dificultades para lograr una trayectoria laboral positiva, muchas veces debido al trabajo infantil, lo cual condiciona la permanencia de los chicos en la escuela.
 
“Es necesario darnos cuenta y hacer entender a los padres y a los mismos niños y adolescentes que es necesario que prioricen su tiempo a estudiar porque así van a desarrollar habilidades y serán mejores profesionales a futuro. Debemos promover el debate y reconocer qué actividades afectan a los niños e implican riesgo no solo para su salud sino también para su educación”, dijo Maró Guerrero Aguirre, antropóloga y coordinadora del Proyecto “Semilla”.
 
Asimismo indicó que a través del Proyecto Semilla y el trabajo articulado que realizan con el Ministerio de Trabajo y Educación, no solo buscan que los niños le dediquen más tiempo al estudio, sino que además su propuesta implica nivelar a aquellos niños y adolescentes que se mantuvieron fuera de la escuela, además de impulsar políticas y capacitar a funcionarios.
 
“Es necesario que todos se informen sobre qué es trabajo infantil y lo necesario e importante que es que los niños, niñas y adolescentes le dediquen su tiempo a estudiar y capacitarse, no solo para lograr un mejor futuro sino para tener claridad sobre qué es ayuda y qué cosa es trabajo infantil en las zonas rurales”, puntualizó.
 

viernes, 6 de septiembre de 2013

EL POTENCIAL DE MISTURA

A Mistura no (solo) se va a comer
 
Escribe: Augusto Álvarez Rodrich
 
No han entendido nada los que creen que Mistura es solo un asunto de comida.
 La comida es, por supuesto, eje y motivo aparente del evento que hoy abre sus puertas en la Costa Verde, pero se equivocan los que creen que a Mistura solo se va a comer, pues la comida es, ahí, en realidad, el pretexto para celebrar una de las transformaciones más importantes que han ocurrido en el país en las últimas dos décadas, así como la renovación de la expectativa por una de las apuestas más firmes del Perú para la construcción de su futuro.
 Mistura significa, así, un momento de celebración de la gastronomía peruana como motivo de orgullo, factor de identidad y construcción de competitividad; así como de su enorme potencial para ser uno de los motores del desarrollo del país.
 Motivos de orgullo producidos por la gastronomía peruana sobran, y anteayer tuvimos una expresión más de este avance notable cuando se dieron a conocer los resultados de la lista de los cincuenta mejores restaurantes de América Latina.
 ¿En qué actividad, de casi cualquier índole, el Perú posee siete de los primeros quince puestos de la región, incluyendo el primero?
 Sospecho que en ninguna, con la excepción de la gastronomía, en la que, de acuerdo con la prestigiosa lista de William Reed Business Media, el mejor restaurante latinoamericano es Astrid y Gastón, y en donde el puesto 4 es de Central, el 7 de Malabar, el 11 de Maido, el 13 de Rafael, el 14 de Fiesta, y el 15 de La Mar.
 El festejo es, por cierto, por las cocineras y cocineros que, liderados por ese ideólogo y obrero de la gastronomía peruana que es Gastón Acurio, se han abocado con entusiasmo a la construcción de la marca de la comida peruana, una tarea en la que están comprometidos los cocineros más sofisticados pero, también, de un modo silencioso pero no por ello menos importante, los de los restaurantes pequeños, huariques y carretilleros que tienen la esperanza de que la gastronomía sea un motor de desarrollo, para ellos y sus familias, y para el país.
 Mistura es festejo pero, también, renovación de la apuesta y expectativa de que la gastronomía peruana sea un real motor para el posicionamiento internacional del Perú, así como un factor de cohesión, integración, orgullo e inclusión, a partir del reconocimiento de que nuestra pluralidad es nuestra fortaleza.
 Ello va a requerir esfuerzo y capacidad crítica pues lo peor que nos  puede pasar es dormirse en el laurel.
 Por ello, se equivocan los que creen que a Mistura solo se va a comer. Se va a comer como pretexto para festejar todo lo conseguido y renovar la apuesta por un gran futuro.
 
Fuente: La República

lunes, 2 de septiembre de 2013

Liberales, Estado y corrupción

Liberales, Estado y corrupción
 
Escribe: Paolo Sosa Villagarcia
 
He seguido con mucha atención los intercambios entre distintos columnistas sobre el liberalismo y su relación con el Estado. Creo que entre las interesantes intervenciones, Eduardo Dargent (Velaverde, 07/08) y Jorge Lossio (Altavoz, 28/08) han hecho evidente una de las tensiones más importantes.
 
La crítica más importante de Dargent, me parece, tiene que ver con la distancia entre el debate sobre las ideas filosóficas liberales y lo que la realidad local y comparada nos enseña. No hay una siquiera problematización sobre los problemas que aún afectan el desarrollo del país, mientras que en el radar no se ubican casos en los que el libre mercado no es suficiente para explicar el desarrollo, donde el Estado es débil pero la gente sigue siendo pobre. El Estado no es el único problema.
 
Lossio, por su lado, ha señalado que el principal responsable de la desconfianza de los liberales con el Estado no tiene que ver para nada con una falta de empatía con los sectores más pobres. Para ello resalta que las políticas inclusivas no siempre van a beneficiar a aquellos que más lo necesiten, sino a aquellos que tienen mayor capacidad de presión. La corrupción histórica los ha convencido de que la solución no va por ese lado. El Estado no es la única solución.
 
El debate nos centra en la necesidad de ir más allá de la dicotomía entre más o menos Estado, más o menos libre mercado. Creo que una de las lecturas del reciente libro de Alberto Vergara, “Ciudadanos sin República”, nos anima a pensar por ese lado. Citando a Octavio Paz, Vergara nos dice que entre la libertad y la igualdad no hay una contradicción, sino una distancia. Hubo momentos en los que tuvimos un poco más de rol activo en el Estado y hoy vivimos uno en el que el libre mercado está marcando la pauta. Un momento nos dejó corrupción y crisis, otro insatisfacción alta y mayor desigualdad. El ‘crecimiento infeliz’. No es un mantra, es, creo, un resumen de lo que nos toca vivir hoy.
 
Según la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, los lugares que concentran más denuncias por corrupción son los gobiernos regionales con mayor presupuesto. Más plata, más corrupción. Pero, ¿ese es un problema del Estado o de las instituciones legales? ¿O de las Instituciones históricas? ¿Debemos sacrificar la construcción de un Estado que cumpla con asegurar las necesidades básicas de todo el  país por la amenaza de la corrupción? ¿O la construcción de un Estado podría, quizás, ayudarnos a campear este problema?
 
Hace unos días observaba un reportaje sobre el asalto en San Lorenzo (Loreto) a la delegación que llevaba el dinero al Banco de la Nación de esa capital de provincia, dinero que serviría para pagar a los trabajadores públicos y los beneficiarios del programa Juntos. En cuanto se corrió la noticia, los ciudadanos llegaron de todos los puntos de la provincia por la amenaza de no poder cobrar el dinero que se les ha asignado. En tiempo récord se descubrió a los culpables, quienes habrían actuado con la colaboración de un policía. Sin embargo, lo que más llama la atención es la condición miserable en la que dos instituciones se encontraban: la escuela y el hospital. Y miserables es una palabra bonita para describir la deprimente situación de abandono.
 
Hace unos meses, unos compañeros míos, funcionarios del Estado, viajaron a un caserío en la Amazonía para realizar unas capacitaciones. Durante su estadía, un niño se accidentó cayendo de una altura considerable. La atención en el lugar era evidentemente imposible y en un deslizador se habría demorado el tiempo que no tenía para sobrevivir. Los funcionarios accedieron rápidamente a poner a disposición la única avioneta, la que los había llevado a la zona. Al día siguiente, regresaban en esa misma avioneta que más temprano en la mañana había traído de regreso un pequeño ataúd. Para esa familia y los demás ciudadanos de ese caserío, me imagino que el Progreso para Todos, el Perú Avanza y el Perú País con Futuro son pésimos chistes.
 
Lima no es el Perú, reza uno de los misterios dolorosos del rosario que repetimos durante toda la vida. Tenemos un Estado eficiente en muchos sentidos, pero concentrados en los sectores que ‘le importan’ a la capital y los centros urbanos, a la ‘clase media’. La salud y la educación pública, nos recuerda Vergara, son nuestros más graves pendientes. Y eso va más allá de mover el mercado un poquito más a la derecha o a la izquierda, de que el Estado invierta un poco más o un poco menos.  Son temas importantes, pero me atrevería a decir que el debate para los liberales peruanos de hoy, y la izquierda también, debería tomar en cuenta estas consideraciones. Tenemos una buena experiencia económica, pero las decisiones políticas han jugado su rol importante en ella y deberían seguir haciéndolo para bien.
 
Fuente: Noticias SER

lunes, 12 de agosto de 2013

El Estado demonizado

El Estado demonizado
 
Escribe: Humberto Campodónico
 
Buena parte de la literatura ligada a los planteamientos económicos neoliberales enfatiza que lo clave para el crecimiento económico es el rol del empresariado privado, mientras que el Estado es siempre un obstáculo. Y lo mejor que podría suceder es que tenga éxito el planteamiento cuasianarquista de que el Estado desaparezca.
 
A contramano, el economista británico y columnista del “Financial Times” de Londres, Martin Wolf, comenta en un artículo reciente (04/08/2013) el libro de Mariana Mazzucato titulado: “El Estado empresario: desmantelando los mitos del sector público versus el privado”.
 
Dice Wolf que las innovaciones tecnológicas proveen el insumo básico del crecimiento económico. La pregunta es, entonces, quiénes son los que producen estas innovaciones. La respuesta usual es: los empresarios del sector privado, tesis que es “demostrada” con modelos abstractos. No, dice Mazzucato, economista de Sussex: “esos modelos no demuestran nada mientras que la tesis sobre el rol clave del empresario es incompleta”.
 
¿Por qué? Porque si bien es cierto que la innovación depende de empresarios arriesgados, “quien toma esos enormes riesgos y logra los descubrimientos más extraordinarios no es el sector privado; es el muy demonizado Estado”.
 
Y pasa a demostrarlo con una gran cantidad de ejemplos donde se aprecia que el financiamiento del Estado ha sido clave para descubrir el 75% de las entidades moleculares (a través del Instituto Nacional de Salud, NIH). De su lado, el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido descubrió los anticuerpos monoclonales, la base de la biotecnología.
 
Afirma también que la Fundación Nacional de EEUU financió a los descubridores del algoritmo del buscador Google y que el financiamiento primigenio para Apple provino del gobierno a través del Small Business Investment Company. Lo mismo sucede con todas las tecnologías que hacen “inteligente” al Iphone (Internet, GPS, microelectrónica, pantallas digitales y el asistente de voz SIRI (que escucha las palabras y las “escribe” en la pantalla). Claro, dice Mazzucato, “Apple las ensambló de manera brillante, pero detrás está el fruto de 70 años de innovación apoyada por el Estado”.
 
¿Por qué hace esto el Estado y no el sector privado? Porque estas innovaciones fundamentales acarrean grandes incertidumbres, tiempos muy largos y enormes inversiones. Y “el sector privado no puede y no quiere financiar estas innovaciones, en parte porque no sabe si va a poder cosechar esos frutos y en parte porque esos frutos madurarán en un futuro lejano”. Dicho de otra manera, el privado no va a “bancar” una inversión que demora 50 a 70 años en madurar.
 
Pero el rol del Estado no solo es de financiamiento. Inglaterra, Francia y Alemania crearon Airbus para desarrollar la industria aeronáutica, sector estratégico de alta tecnología y competir con Lockheed y Boeing de EEUU. Y lo lograron. Hay que destacar que las empresas “gringas” desarrollaron gran parte de su alta tecnología a base de contratos con la estatal NASA. Esta fue luego “volteada” para su uso comercial y de lucro.
 
Para los “teóricos” prosector privado, esto “no existe” y, en algunos casos, hasta se trata de eliminarlo. Esto por el axioma ideológico de que el Estado es  malo.  Punto. De otro lado, dice  Mazzucato, no se está creando un ecosistema simbiótico de innovación sino uno parasitario, porque se “socializan” las pérdidas de los financiamientos que no prosperan, pero se privatizan las ganancias de los exitosos.
 
El libro de Mazzucato demuestra claramente el rol del Estado en los países industrializados: financia y constituye empresas en los sectores que considera estratégicos, es decir, las innovaciones tecnológicas que, hoy, están en la frontera del conocimiento. 
 
En los países en desarrollo son otros los sectores estratégicos, palabra aborrecida por el “establishment” neoliberal. En primer lugar, contar con un Estado eficiente que pueda impulsar los vectores estratégicos que sean el soporte de un crecimiento económico inclusivo: el sector energético, la seguridad alimentaria y la promoción de una base industrial para generar valor agregado, crear empleo de calidad y diversificar exportaciones (por ejemplo, el desarrollo de un polo petroquímico).
 
Esto no se logra con la “hegemonía irrestricta del mercado” y la apertura comercial indiscriminada de los neoliberales criollos. Volveremos sobre el tema.
 
Fuente: La República