Lea esto si piensa votar por Castañeda
Espero convencerlo de que hay buenas razones para entregarle su voto a
otro candidato.
Escribe: Enrique Pasquel
Editor adjunto de Opinión de El Comercio
Si usted es parte del 57% de limeños que planean votar por Luis
Castañeda para la alcaldía de Lima, le pido que lea estas líneas. Espero
convencerlo de que hay buenas razones para entregarle su voto a otro candidato.
1) Comunicore: Los gerentes financiero, administrativo y municipal de
la gestión de Castañeda (hombres de confianza de este último desde hace más de
dos décadas), así como dos subgerentes, un director y un asesor de su municipio
vienen siendo investigados por los delitos de colusión y malversación de fondos
públicos, en complicidad con una empresa fantasma detrás de la cual se
encontraría un importante narcotraficante.
Castañeda niega haber tenido conocimiento sobre estos hechos. O sea, el
‘Mudo’ además es ciego y sordo (y aparentemente algo lerdo) porque su gente de
confianza puede asaltar el municipio en sus narices y él no se entera, a pesar
de estar encargado por ley de supervisar las finanzas de la comuna. ¿Quiere a
este señor manejando los recursos de la ciudad? Ahora, también pregúntese si
cree la historia de que el buen Lucho es solo un pobre despistado que escoge
pésimo a sus amigos y funcionarios.
2) El doble cobro: La Ley 28212 es bien clara cuando señala que un
funcionario público solo puede cobrar 12 sueldos al año y dos gratificaciones.
Castañeda, sin embargo, dispuso que los contribuyentes limeños le pagásemos
entre el 2004 y el 2006 bonos por S/.189.140. El tema sigue impune.
3) La ineficiencia en las obras: La obra ‘insignia’ de Castañeda, el
Metropolitano, costó más del doble de lo inicialmente previsto y empezó a
operar –parcialmente– cuatro años después de lo originalmente prometido. La vía
expresa Grau también se terminó con retrasos y costó el doble de lo
presupuestado. En la semaforización inteligente de la avenida Canadá se
tuvieron que gastar S/.500 mil más de lo anunciado y terminó con un juicio que
obstaculizó por cuatro años la extensión de la red de semáforos.
4) El monorriel: Hace unos días Castañeda propuso construir un
monorriel elevado que conecte Independencia con Santiago de Surco. El problema:
es una propuesta absurda hasta para el más necio, pues repite el mismo recorrido
del proyecto de la línea 6 del metro de Lima. ¿Este es el señor que solucionará
el tránsito de Lima?
5) Las revisiones técnicas: El inconstitucional monopolio de las
revisiones técnicas fue invención de Castañeda. No ha servido para mejorar un ápice
el parque automotor. Solo sirve para hacer perder el tiempo a los
automovilistas que cumplen la ley.
6) La Parada: A pesar de haber tenido dos períodos, Castañeda prefirió
dejar pasar el tiempo y que la siguiente gestión se ocupase de este problema y
asumiera su gran costo político, sin importar su urgencia.
Castañeda es un populista edilicio: durante sus dos gestiones priorizó
las obras que lo harían popular entre la mayoría, como escaleras, parques y
hospitales (por eso su principal apoyo radica en los sectores C, D y E, a
diferencia de lo que sucede con la gestión zurdo-pituca de Villarán, cuyo apoyo
proviene del A y del B). Está muy lejos de ser el gran gestor que él dice que
es. Sus obras llegan tarde, mal y nunca, y cuestan el doble de lo prometido. No
tiene propuestas para Lima (fuera de un par de lugares comunes y de su ridículo
monorriel), al punto que ni siquiera se anima a debatir con otros candidatos. Y
no da la cara frente a las serias acusaciones de corrupción de su gestión. Si
tuviese que contratar al CEO de su empresa, ¿contrataría a este señor? Supongo
que no. ¿Por qué entonces elegirlo alcalde?
Fuente: Diario El Comercio