miércoles, 27 de agosto de 2014

Si votas por Luis Castañeda a la Municipalidad de Lima

Lea esto si piensa votar por Castañeda

Espero convencerlo de que hay buenas razones para entregarle su voto a otro candidato.

Escribe: Enrique Pasquel
Editor adjunto de Opinión de El Comercio

Si usted es parte del 57% de limeños que planean votar por Luis Castañeda para la alcaldía de Lima, le pido que lea estas líneas. Espero convencerlo de que hay buenas razones para entregarle su voto a otro candidato.

1) Comunicore: Los gerentes financiero, administrativo y municipal de la gestión de Castañeda (hombres de confianza de este último desde hace más de dos décadas), así como dos subgerentes, un director y un asesor de su municipio vienen siendo investigados por los delitos de colusión y malversación de fondos públicos, en complicidad con una empresa fantasma detrás de la cual se encontraría un importante narcotraficante.

Castañeda niega haber tenido conocimiento sobre estos hechos. O sea, el ‘Mudo’ además es ciego y sordo (y aparentemente algo lerdo) porque su gente de confianza puede asaltar el municipio en sus narices y él no se entera, a pesar de estar encargado por ley de supervisar las finanzas de la comuna. ¿Quiere a este señor manejando los recursos de la ciudad? Ahora, también pregúntese si cree la historia de que el buen Lucho es solo un pobre despistado que escoge pésimo a sus amigos y funcionarios.

2) El doble cobro: La Ley 28212 es bien clara cuando señala que un funcionario público solo puede cobrar 12 sueldos al año y dos gratificaciones. Castañeda, sin embargo, dispuso que los contribuyentes limeños le pagásemos entre el 2004 y el 2006 bonos por S/.189.140. El tema sigue impune.

3) La ineficiencia en las obras: La obra ‘insignia’ de Castañeda, el Metropolitano, costó más del doble de lo inicialmente previsto y empezó a operar –parcialmente– cuatro años después de lo originalmente prometido. La vía expresa Grau también se terminó con retrasos y costó el doble de lo presupuestado. En la semaforización inteligente de la avenida Canadá se tuvieron que gastar S/.500 mil más de lo anunciado y terminó con un juicio que obstaculizó por cuatro años la extensión de la red de semáforos.

4) El monorriel: Hace unos días Castañeda propuso construir un monorriel elevado que conecte Independencia con Santiago de Surco. El problema: es una propuesta absurda hasta para el más necio, pues repite el mismo recorrido del proyecto de la línea 6 del metro de Lima. ¿Este es el señor que solucionará el tránsito de Lima?

5) Las revisiones técnicas: El inconstitucional monopolio de las revisiones técnicas fue invención de Castañeda. No ha servido para mejorar un ápice el parque automotor. Solo sirve para hacer perder el tiempo a los automovilistas que cumplen la ley.

6) La Parada: A pesar de haber tenido dos períodos, Castañeda prefirió dejar pasar el tiempo y que la siguiente gestión se ocupase de este problema y asumiera su gran costo político, sin importar su urgencia.

Castañeda es un populista edilicio: durante sus dos gestiones priorizó las obras que lo harían popular entre la mayoría, como escaleras, parques y hospitales (por eso su principal apoyo radica en los sectores C, D y E, a diferencia de lo que sucede con la gestión zurdo-pituca de Villarán, cuyo apoyo proviene del A y del B). Está muy lejos de ser el gran gestor que él dice que es. Sus obras llegan tarde, mal y nunca, y cuestan el doble de lo prometido. No tiene propuestas para Lima (fuera de un par de lugares comunes y de su ridículo monorriel), al punto que ni siquiera se anima a debatir con otros candidatos. Y no da la cara frente a las serias acusaciones de corrupción de su gestión. Si tuviese que contratar al CEO de su empresa, ¿contrataría a este señor? Supongo que no. ¿Por qué entonces elegirlo alcalde?


lunes, 25 de agosto de 2014

Comentarios al voto de investidura

Control político o cama saltarina. Seis comentarios al voto de investidura que no es de investidura

Escribe: Juan De la Puente

Lo sucedido con el llamado voto de investidura se presenta otra vez como una comedia de enredos que, vista con realismo y principismo, no beneficia ni al gobierno ni a la oposición, al mismo tiempo que deja sentado antecedentes que debilitan el sistema político peruano y su régimen democrático. Aquí algunas ideas:

1.- La comedia de enredos surge de una decisión equívoca del Congreso en marzo pasado a raíz de la presentación del gabinete Cornejo cuando, a partir de una interpretación con escaso sentido práctico y jurídico, se impide que la votación mayoritaria en ámbar (abstención) no signifique un rechazo al pedido de confianza. Esta disposición, que no figura ni en la Constitución ni en el Reglamento del Congreso, se origina en un acuerdo del pleno de 11 de diciembre del año 2003 que aprueba un informe de la Comisión de Constitución sobre el procedimiento a seguir cuando una comisión ordinaria pide facultades de investigación y sobre la aplicación del Reglamento en el caso de que como resultado de una votación las abstenciones sean mayores a los votos a favor o en contra. Esta decisión no se convirtió en norma positiva y como se aprecia no resiste un mínimo test de legalidad.

2.- Esta interpretación que parecería beneficiar a un gobierno, en este caso al de Ollanta Humala, en realidad beneficia a la oposición, aunque a la larga perjudica a todos. Permite que el Congreso, formando una mayoría no política (es decir con programa propio) bloquee al gobierno. Muy al estilo peruano, el hecho que el Congreso no apruebe ni rechace al gabinete abre un período signado por la pérdida de legitimidad, lo que en realidad no es el propósito del mecanismo constitucional del llamado voto de investidura. La figura de sesiones de voto infinitas -no se ponen de acuerdo y si son tres o más- es tan insolvente que podría tenerse a un gabinete rebotando cada dos días, un modelo de política italiana que no debería imponerse en el Perú, un país de instituciones débiles.

3.- El mismo “voto de investidura” peruano no lo es, como tampoco lo es nuestro "premier"; es así que en los artículos 130° y 134° de la Constitución este procedimiento recibe el nombre de voto de confianza.  El voto de investidura es propio de los regímenes parlamentarios donde la jefatura de gobierno está separada de la jefatura de Estado, de modo que el Congreso inviste, nombra y permite formar gobierno recurriendo para ello a una mayoría política, es decir aquella que se presenta con un programa propio y si es necesario a través de alianzas. En nuestro régimen presidencial, el Congreso no forma gobierno, no inviste y no designa al premier; su papel es confirmar, controlar y si se quiere ratificar o habilitar, y de allí la palabra confianza. Por lo mismo puede no confiar, desaprobar o no confirmar y en ese caso existe un procedimiento establecido: nuevo gabinete, y si es el caso nuevas elecciones si dos gabinetes han sido censurados o no alcanzaron la confianza. En esa perspectiva, el debate de la llamada investidura ha sido en general juicioso y por esa razón debió concluir en una decisión cierta y útil. Lo que se tiene en cambio es una incertidumbre constitucional, política y específicamente gubernamental.

4.-Una cosa es el control político y otra una cama saltarina. Así como el Congreso no puede bloquear al gobierno, aunque si puede censurar o no entregarle la confianza, tampoco puede establecer figuras que salen de los límites de sus funciones de control. La idea del diálogo Ejecutivo/Legislativo es consustancial al control y de hecho el llamado indirizzo político europeo (colaboración de órganos más control) es rico en ejemplos. Es un acto y un proceso, no una medida de presión o una coartada. Por ello que la idea de negociar nombres de ministros y políticas es muy peligroso para el mismo Congreso que termina, por ese mecanismo, siendo parte de las decisiones del Ejecutivo, un Congreso gobernante o casi gobernante. Todo esto lo digo coincidiendo en que fue un error del gabinete ir al Congreso como si fuera el primero del gobierno y sin dejar en su casa al ministro Eleodoro Mayorga.

5.- De modo que ahora tenemos un Congreso que no ha negado la confianza ni ha habilitado al gabinete pero en cambio ha bloqueado al gobierno y acaba de aplicarle al Ejecutivo un dardo adormecedor. Si somos optimistas, esta etapa puede durar tres días, aunque igualmente treinta. Todo ello en lugar de votar verde o rojo a la primera o considerar como lo dicta el sentido común que el voto ámbar es igualmente un rechazo a la confianza y por lo tanto con efecto jurídico constitucional. Son las consecuencias de la práctica de un pseudo parlamentarismo en el marco de un presidencialismo ya deformado por la Constitución de 1993.

6.- Me interesa también la perspectiva política de los hechos y su prospectiva. En ese sentido, este episodio tiene dos actos; el primero el de la cama saltarina, pero advierto que en el segundo la base de esta cama se desfondará y los actores, los que saltan y hacen saltar, recibirán tomates y naranjas del respetable.


lunes, 4 de agosto de 2014

La población de Arequipa en cifras

En Arequipa viven más de 118 mil puneños

INEI revela porcentajes de población

LOS NACIDOS  EN AREQUIPA  SUPERAN EL MEDIO MILLÓN DE HABITANTES

Los habitantes de Arequipa, ciudad capital y alrededores inmediatos bordean el millón, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática, de los cuales el mayor porcentaje son nacidos al pie del Misti, en tanto que la población migrante más numerosa procede de Puno con 118 mil 133.

El total de los migrantes bordea los 300 mil, de los cuales 3 mil 923 son extranjeros y la colonia nacional más significativa es la puneña con 118 mil 133.

El segundo grupo también procede del sur, es cusqueña y alcanza a tener casi 79 mil de los pobladores de la ciudad, hay además 22 mil 910 limeños; 17 mil 312 moqueguanos y 11 mil apurimeños, entre los más representativos grupos humanos.

Las migraciones derivaron de la sequía en Puno, de terremotos y pobreza en Cusco, y de afanes de desarrollo personal de parte de limeños.

Al igual que Arequipa tiene hijos suyos en prácticamente todo el mundo, en la región existen descendientes de quienes habitan en todas los centros importantes en población del país.


Fuente: Diario El Pueblo (03/08/14)