Seamos claros
Escribe: Augusto Álvarez Rodrich
Hay consenso en que Aprodeh cometió un error en su respuesta al Parlamento Europeo, pero hay que ser precisos en la identificación del error.
No se puede sostener que la carta avale al MRTA; por el contrario, lo condena y rechaza, pero también indica que esta organización terrorista -que es lo que es- ya desapareció y que, por ello, no se le debe sobredimensionar.
El motivo de Aprodeh para dicha afirmación es la sensación, compartida por varios, de que el Gobierno quiere 'mantener vivo' al MRTA para tener una fachada donde colocar a los que no le caen bien.
Pero eso es un error. Primero, porque la política peruana y la estrategia del Gobierno no van a cambiar por lo que diga el Parlamento Europeo. Segundo, porque Aprodeh debió prever el mal uso que se le podía hacer a su carta, como de hecho está sucediendo.
Salvo que alguien tenga pruebas de que Aprodeh es pro terrorista -y la carta de marras objetivamente no lo es-, las reacciones en su contra, desde calificarla de 'traidor a la patria' o soltarle a la APCI para que la estruje y clausure, son injustificadas y malintencionadas.
Si los que sostienen eso lo creen realmente, también deberían solicitar -para ser consistentes- que se meta en el mismo bote a Armando Villanueva del Campo, quien ha reclamado por escrito la liberación de Víctor Polay. O de Javier Valle Riestra, por andar en lo mismo.
Si ello es absurdo, como sin duda lo es, también debería serlo el cargamontón a Aprodeh. Pero el Apra y allegados utilizan el doble estándar sin ruborizarse: Mazzetti se va, Alva Castro se queda; a Canchaya la botamos, a Tula la defendemos.
Seamos claros: Aprodeh cometió un error, pero este no fue defender al MRTA. Permitir que se le acuse, sin fundamento, de ser proterrorista, significa no darse cuenta de que el motor del cargamontón es la reactivación de la intención aprofujimorista de demoler a las ONG y, en general, a quienes no compartan sus objetivos, como la prensa que no se les cuadre. Y ahora cuentan con la ayuda de Ollanta Humala, y de algunos fujimoristas de Unidad Nacional que están saliendo del clóset.
Fuente: http://www.peru21.com/comunidad/columnistas/Html/2008-04-27/director0885785.html
Escribe: Augusto Álvarez Rodrich
Hay consenso en que Aprodeh cometió un error en su respuesta al Parlamento Europeo, pero hay que ser precisos en la identificación del error.
No se puede sostener que la carta avale al MRTA; por el contrario, lo condena y rechaza, pero también indica que esta organización terrorista -que es lo que es- ya desapareció y que, por ello, no se le debe sobredimensionar.
El motivo de Aprodeh para dicha afirmación es la sensación, compartida por varios, de que el Gobierno quiere 'mantener vivo' al MRTA para tener una fachada donde colocar a los que no le caen bien.
Pero eso es un error. Primero, porque la política peruana y la estrategia del Gobierno no van a cambiar por lo que diga el Parlamento Europeo. Segundo, porque Aprodeh debió prever el mal uso que se le podía hacer a su carta, como de hecho está sucediendo.
Salvo que alguien tenga pruebas de que Aprodeh es pro terrorista -y la carta de marras objetivamente no lo es-, las reacciones en su contra, desde calificarla de 'traidor a la patria' o soltarle a la APCI para que la estruje y clausure, son injustificadas y malintencionadas.
Si los que sostienen eso lo creen realmente, también deberían solicitar -para ser consistentes- que se meta en el mismo bote a Armando Villanueva del Campo, quien ha reclamado por escrito la liberación de Víctor Polay. O de Javier Valle Riestra, por andar en lo mismo.
Si ello es absurdo, como sin duda lo es, también debería serlo el cargamontón a Aprodeh. Pero el Apra y allegados utilizan el doble estándar sin ruborizarse: Mazzetti se va, Alva Castro se queda; a Canchaya la botamos, a Tula la defendemos.
Seamos claros: Aprodeh cometió un error, pero este no fue defender al MRTA. Permitir que se le acuse, sin fundamento, de ser proterrorista, significa no darse cuenta de que el motor del cargamontón es la reactivación de la intención aprofujimorista de demoler a las ONG y, en general, a quienes no compartan sus objetivos, como la prensa que no se les cuadre. Y ahora cuentan con la ayuda de Ollanta Humala, y de algunos fujimoristas de Unidad Nacional que están saliendo del clóset.
Fuente: http://www.peru21.com/comunidad/columnistas/Html/2008-04-27/director0885785.html