martes, 14 de octubre de 2014

Vidas sedentarias, la otra epidemia global

Vidas sedentarias, la otra epidemia global

Una persona sale de su casa para el trabajo y al llegar a la parada de autobús descubre que la han colocado dos cuadras más lejos. En el edificio en el que está su oficina se entera de que los elevadores solo paran cada cuatro pisos. Más tarde, al ir de compras, se encuentra con que el centro comercial desconectó todas las escaleras eléctricas.

Probablemente la persona se irrite por tener que hacer con sus dos pies lo que antes hacía sobre una máquina, además de que estos nuevos arreglos significan que debe dedicar más tiempo a trasladarse, llegar a su lugar de trabajo, o ir de compras. Estos cambios, sin embargo, podrían estarle salvando la vida.

El sedentarismo mata a unas 5.3 millones de personas al año, según la OMS, y con el aumento y envejecimiento de la población, cada vez estará más presente, especialmente en las regiones de ingresos bajos y medios. En el caso de Latinoamérica se estima que provoca 1 de cada 10 muertes.

Aunque en los últimos días el panorama informativo internacional ha estado dominado por los brotes de ébola y chikungunya en distintos países, cada vez más gente en el mundo cultiva un estilo de vida que representa una seria amenaza para la salud pública.

Y es que los estilos de vida con poca o nula actividad física son el principal causante del sobrepeso y la obesidad, así como uno de los mayores factores de riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y artrosis y cáncer de colon y mama. Todas ellas, combinadas, representan el 63% de las muertes anuales. En Latinoamérica, la inactividad física es uno de los factores de riesgo más preponderantes para las enfermedades crónicas no transmisibles.

Más consultas, más enfermedades

Aparte de repercutir directamente en la calidad de vida de los ciudadanos, el sedentarismo supone un fuerte desgaste de los sistemas de salud de la región, ya que implica un aumento poco deseable de consultas médicas y de poblaciones con más riesgo de padecer enfermedades no transmisibles.

Según los expertos, la inactividad física generalizada en nuestras sociedades tiene su origen en la urbanización y en la implementación masiva de avances tecnológicos. Desde ver la televisión en el sofá o desempeñar empleos sin componente físico, las sociedades modernas han desarrollado hábitos poco saludables cuyas consecuencias son cada vez más preocupantes.

Un simple ejemplo ayudará a comprender mejor la magnitud de la situación: la acción de barrer el piso de una casa, por ejemplo, equivale a caminar unas 30 cuadras. Con la aparición de las aspiradoras inteligentes, desaparece el ejercicio. Al uso de la tecnología cabe sumarle los desplazamientos motorizados, que reemplazaron a las tradicionales y más sanas caminatas.

“El espacio público condiciona el estilo de vida de los ciudadanos”, explica Luís Pérez, especialista en salud del Banco Mundial. “Las ciudades tienen un papel importante en impulsar el ejercicio físico: pueden crear sendas y aceras amplias o fomentar el uso de espacios públicos como parques. Sin embargo, todas estas iniciativas están supeditadas a que los espacios que se creen sean seguros y estén bien iluminados”, afirma Pérez.

Comodidad vs salud

Pero realizar ejercicio, al fin y al cabo, es una elección personal. Y en muchas ocasiones los ciudadanos prefieren vivir al lado de estaciones de transporte público que caminar unos minutos, en un ejemplo de cómo la comodidad de los avances modernos y la tendencia a no perder tiempo están afectando directamente en la salud de los propios habitantes. Ante esta coyuntura, son las autoridades quienes deben actuar para ayudar a que la vida en las ciudades sea un tanto más física.

Según Pérez, existen medidas simples que podrían ayudar a paliar los efectos del sedentarismo y a crear sociedades más sanas. Por ejemplo, poner paradas de autobús cada cuatro cuadras en lugar de a cada dos ayudaría a que se caminara más y se cumpliera así el mínimo de ejercicio físico semanal, estimado en tres días por semana, media hora cada día. En este sentido, también se contempla crear ejes de transporte público alejados (dos o tres cuadras) de los núcleos comerciales de las ciudades.

Otra de las medidas prácticas que podrían causar un efecto positivo es restringir el uso del ascensor o reducir el número de escaleras mecánicas en los grandes centros comerciales. En definitiva, se trata de medidas públicas que incorporen el ejercicio al día a día de los ciudadanos.

Cómo evitar los males del sedentarismo

Paralelamente, en lo que a la esfera privada se refiere, los expertos recomiendan una serie de medidas para evitar convertirse en un ser sedentario y dejar de estar tan expuesto a las enfermedades asociadas. Entre ellas, destacan el realizar al menos 30 minutos de ejercicio, ya sea caminar enérgicamente, subir y bajar escaleras, bailar, andar en bicicleta, nadar, caminar en lugar de utilizar auto, realizar tareas domésticas y de jardinería, lavar el auto, practicar deportes. De hecho, según la OIT, las personas que realizan poca actividad física corren un riesgo entre 20% y 30% mayor de morir por cualquier causa.

Esta actividad, recomiendan los expertos, debe realizarse de forma gradual, dos o tres veces por semana, y debe incrementarse a medida que pasa el tiempo.


Fuente: El País

viernes, 10 de octubre de 2014

El Nobel de la Paz encumbra la escolarización como motor del desarrollo pacífico

El Nobel de la Paz encumbra la escolarización como motor del desarrollo pacífico

Los niños trabajadores bajan de 246 a 168 millones desde el año 2000

El comité noruego galardona a la paquistaní Malala y a un activista indio

Nobel de la Paz 2014 a la paquistaní Malala y el indio Satyarthi

La concesión del Nobel de la Paz a los activistas Kailash Satyarthi y Malala Yousafzai el viernes premia la lucha por la escolarización universal y los derechos de los niños. Satyarthi, de 60 años, trabaja para acabar con el trabajo infantil y liberar a los menores de la esclavitud. Malala, de 17, es una férrea defensora del derecho de todos a la educación, en especial de las niñas. Todavía hay 168 millones de niños trabajadores en el mundo, aunque la cifra se ha reducido desde los 246 millones que había en el año 2000. También se ha conseguido el 90,7% de escolarización en la primaria, pero aún quedan 60,7 millones de chavales fuera de las aulas.

“Los niños debe ir a la escuela y no ser explotados económicamente”, declaró Thorbjorn Jagland, el presidente del comité Nobel, al anunciar el galardón. “Es un prerrequisito para el desarrollo global y pacífico que se respeten los derechos de los niños y los jóvenes. En las zonas afectadas por conflictos en particular, la violación de niños lleva a la continuación de la violencia de generación en generación”, añadió.

No son sólo palabras. De acuerdo con el Banco Mundial “la educación es uno de los instrumentos más poderosos para reducir la pobreza y la desigualdad, y sienta las bases para un crecimiento económico sostenido”. Las cifras de los avances alcanzados en lo que va de siglo son impresionantes. De 655 millones de niños escolarizados en primaria en el año 2000 (el 84,5%) se ha pasado a 691 millones en 2010 (el 90,7%). Sin embargo, todavía quedan 60,7 millones fuera de las aulas, más de la mitad en el África Subsahariana y un quinto en el Sur de Asia, de donde proceden los dos premiados. La cifra se dispara hasta los 386,5 millones si se añade la secundaria.

Al menos 9,2 millones de niños paquistaníes entre 5 y 12 años están sin escolarizar, según el último informe de Unicef en el que se alerta de que Pakistán no va a ser capaz de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015. Esos datos lo sitúan en el segundo puesto con más niños fuera de las aulas, después de Nigeria. De acuerdo con activistas locales por la educación, la cifra se eleva a entre 23 y 25 millones si se toma como referencia los 16 años. Alrededor del 60% de ellos son niñas, el segundo país del mundo con mayor desequilibrio de género al respecto (India es el tercero).

De ahí el empeño personal de Malala, quien vivió de cría la prohibición de los talibanes a la formación de las mujeres. Animada por su padre, Ziauddin Yousafzai, propietario y director de una escuela de niñas en Mingora, escribió un diario entre 2008 y 2009 en el que con un lenguaje infantil las crecientes limitaciones que impusieron esos extremistas cuando tomaron su ciudad, en el valle de Swat, hasta que obligaron a cerrar todos los colegios, y ella y su familia tuvieron que irse.

“Ha trabajado con pasión y coraje para lograr que todos los niños tengan derecho a la educación”, asegura la UNESCO en el comunicado en el que felicita a los dos premiados.

Su historia, que se conoció mundialmente, a raíz de que los talibanes intentaran asesinarla hace dos años, refleja en gran medida las contradicciones de Pakistán, un país con armas nucleares que sin embargo carece de un sistema educativo universal, y en permanente tensión entre las fuerzas oscurantistas que representan esos islamistas violentos y las aspiraciones de mejora de sus sectores más progresistas. Porque la baja escolarización no está necesariamente vinculada a los bajos ingresos nacionales. Las estadísticas del Banco Mundial revelan que con apenas 500 dólares de producto nacional bruto (PNB) per cápita, hay países con el 97,5% de niños escolarizados (Malawi) y otros que apenas tienen a un 35% de ellos en clase (Eritrea).

Lo que sí influye es la situación económica de las familias, que en muchas zonas del mundo no pueden permitirse renunciar a los ingresos que aportan los niños. De ahí las espeluznantes cifras que ha recogido la Organización Mundial del Trabajo, y que ayer mencionaba Jagland al anunciar el Nobel de la Paz. A pesar de que el número total de niños trabajadores se haya reducido un tercio desde el año 2000, quedan aún 168 millones de pequeños explotados, 85 millones de ellos en trabajos peligrosos. La mayoría, 78 millones, se concentra en Asia y el Pacífico, donde constituyen un 9,3% de la población infantil; pero, al igual que con la escolarización, es el África Subsahariana donde la incidencia es mayor, casi un 22% de sus niños trabajan (59 millones).

Lo que es más grave, muchos de ellos lo hacen como esclavos, en el sentido literal del término. Según Satyarthi, que lleva años luchando contra esa lacra al frente del Movimiento para Salvar a los Niños, en India 60 millones de niños (un 6% de la población) están obligados a trabajar. En su opinión, eso no tiene que ver con la pobreza, el analfabetismo o la ignorancia de los padres, sino con el beneficio que sacan los empresarios al no pagarles o pagarles una miseria.

“No es sólo un problema de India”, declaró ayer Satyarthi citado por Reuters. “Es un crimen contra la humanidad si un niño es privado de su infancia, en mi país o en cualquier otro del mundo. Es la Humanidad lo que está en juego”, subrayó el flamante Nobel.

El comité encargado del premio también destacó el que “un hindú y una musulmana, un indio y una paquistaní, compartan la lucha común por la educación y contra el extremismo”. Esas palabras resultan especialmente pertinentes en un momento en que sus países han vuelto a enzarzarse en uno de sus recurrentes enfrentamientos fronterizos. Malala instó ayer a los primeros ministros de India y Pakistán a acudir a la entrega del Nobel.


Fuente: El País

miércoles, 1 de octubre de 2014

Susana Villarán es la mejor opción

Susana Villarán, de lejos la mejor opción

No tengo la menor duda. Por su gestión honesta, valiente, por enfrentar y frenar sin rodeos a las mafias y a los "coimeros" de obras; por ser la única que posee un plan de gobierno coherente, con visión de cambio a ser consolidado en el mediano plazo; por su maravilloso e inédito trabajo en cultura; a pesar de tanta calumnia, denuncias falsas, titulares tendenciosos, procesos de revocatoria, de los quince (15) paros de empresarios de transportes mafiosos, etc. Susana siempre se mostró íntegra, respetuosa y por ende, como la propuesta más seria.

Nadie ha podido desmentir el haber multiplicado por cinco la inversión privada en Lima y las mega obras emprendidas que se culminarán en poco tiempo; nadie puede negar sus trece mil millones de soles invertidos en apenas cuatro años de gestión (ver página MEF); nadie ha podido cuestionar su accionar transparente a pesar de tantos insultos y adjetivos faltos de argumentos; una muestra de su transparencia son los Concejos Municipales públicos y abiertos a cualquier persona; una autoridad que además tiene la virtud de reconocer errores (pues todos los tenemos, todos) lo cual habla de su calidad humana.

Votar por corruptos demostrados, por candidatos que hablan bonito pero que no han deslindado jamás de los actos corruptos de sus partidos, votar por candidatos que han sido abogados de municipios y regiones amigas de las mafias de transporte como "Orion", es insensato y es hacerle daño a nuestra ciudad.

Tener una autoridad honesta, valiente, que combate a las mafias, con una visión de cambio en cultura para nuestra ciudad, es un lujo y siento que estamos en el deber de conservar y promover, por el bien de la política en nuestro país.

Fuente: La Mula