sábado, 30 de mayo de 2009

Carta abierta a los gobiernos de México y Colombia

El que sigue es un pronunciamiento suscrito por compañeros y amigos de
Miguel Ángel Beltrán Villegas, de la IX generación de la Maestría en Ciencias Sociales
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Académica de
México:

TODOS SOMOS MIGUEL ANGEL BELTRAN VILLEGAS

CARTA ABIERTA A LOS GOBIERNOS DE MEXICO Y COLOMBIA

A LA OPINION PÚBLICA

El día 22 de Mayo de 2009 el Dr. Miguel Angel Beltrán Villegas,
sociólogo, historiador, latinoamericanista y sobre todo un humanista
comprometido, fue víctima de la flagrante violación de sus derechos
humanos y de sus garantías individuales en una acción presuntamente
organizada por los gobiernos de Colombia y México.

Miguel Ángel Beltrán Villegas estaba en México de manera legal
realizando una residencia posdoctoral en el CELA de la Universidad
Nacional Autónoma de México; acucioso y metódico investigador de la
realidad latinoamericana, su estancia formaba parte de ese proceso de
consolidación del gran analista de la realidad social que ya es. Un
proceso trunco de hecho porque el gobierno mexicano, a través del
Instituto Nacional de Migración, optó por cancelar de manera expedita
sus derechos, expulsándolo directamente a Colombia. Con ello se
violaron de manera grave las garantías de derecho de audiencia, de
inconformarse ante una resolución de la autoridad y sobre todo, la
presunción de inocencia en el caso de una petición de un tercero
frente a un ciudadano. Un estado que vulnera derechos fundamentales
pone en grave riesgo su calidad democrática y siembra la duda sobre la
fortaleza de sus instituciones judiciales, cuando estas se ven
compelidas a actuar bajo la presión mediática del discurso
seguritario.

Miguel Ángel Beltrán Villegas es un analista crítico de la vida
social; un fino y sensible Investigador que, para fortuna de quienes
hemos compartido con él la formación académica, es además generoso. Y
esa generosidad hace que sea en el debate abierto donde Miguel ha
expresado y expresa su opinión informada, ilustrada, basada no en
fines últimos sino en tercas realidades; las nuestras, las de esta
América Latina desigual, excluyente, violentada por la retórica del
miedo que también es una derrota del estado de derecho. Si como señala
el gobierno colombiano, tenían información que comprometía la
actividad de Miguel, ¿cómo así salió para hacer su estancia
posdoctoral sin impedimento alguno?, ¿cómo fue que transcurrió un
largo año y algunos minutos antes el día 22 para que cayeran en la
cuenta que “era un terrorista sofisticado”? Esta fragilidad
institucional ratifica únicamente que cuando se abandonan las
prácticas democráticas para ceder el espacio a la retórica del terror,
hasta el ciudadano común y corriente está expuesto a las veleidades
del autoritarismo.

Miguel Ángel Beltrán Villegas es además un hombre bueno. A quienes nos
ha honrado con el privilegio de su amistad y la discusión académica,
no nos queda la menor duda que es una persona moralmente intachable,
solidaria, sencilla y pacífica; un hombre bueno que no merece el
linchamiento mediático del que ha sido objeto, como tampoco merece la
amenaza que se cierne sobre él.

Quienes hoy suscribimos la presente misiva, compañeros y amigos de
Miguel Angel, de la IX generación de la Maestría en Ciencias Sociales
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Académica de
México; apelando al espíritu que dio a la academia refugio en las
horas negras de las dictaduras del cono sur, apelando a la
sensibilidad de los hombres y mujeres de bien, a los que se llaman
demócratas sin que un hilo de hiel les corra por los labios, nosotros
decimos NO: No a la detención de Miguel Ángel Beltrán Villegas; No a
la cancelación de sus derechos. Condenamos la grave violación de los
derechos de Miguel Ángel Beltrán Villegas. Exigimos garantías plenas
para su integridad física y mental. Si lo que hoy está en juicio es el
pensamiento crítico y democrático, entonces TODOS SOMOS MIGUEL ANGEL
BELTRAN VILLEGAS.



Marisa von Bülow
Profesora
Instituto de Ciencia Política
Universidade de Brasilia
Brasil

Aníbal Viguera
Profesor Investigador. Vicedecano
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional de La Plata
Argentina

Mario César Constantino Toto,
Investigador TC,
Universidad Veracruzana Intercultural
Veracruz
México

Martha Vicente Castro
Socióloga
Investigadora de la A.C.S. Calandria
Lima, Perú

Martin Tanaka
Investigador Asociado
Instituto de Estudios Peruanos
Lima, Perú

Laura C. Salazar
Docente Investigadora
CIDES-UMSA
La Paz, Bolivia

Sara Makowski
Profesora Investigadora
Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco,
Distrito Federal México

Mario Francis Navarro
Profesor Investigador
Universidad de San Martín y Universidad de Córdoba
Argentina

Ricardo Pérez-Luco Arenas
Académico Departamento de Psicología
Universidad de La Frontera
Chile

Adrián Acosta Silva
Profesor-investigador
Universidad de Guadalajara, México

Jorge Hernández L.
Profesor Titular
Universidad del Valle
Cali, Colombia

Osmar A. Gonzales Alvarado
Profesor de la Universidad Nacional de San Marcos
Lima, Perú

Julian Bertranou
Escuela de Política y de Gobierno
Universidad Nacional de San Martín
Argentina

Norma Alejandra Maluf
Investigadora
Profesora asociada
Flacso
Ecuador

Fredy Rivera Vélez
Profesor Investigador
Flacso
Ecuador

Alicia Lissidini
Profesora
Escuela de Política y Gobierno
Universidad Nacional de San Martín
Argentina

Marcela Rios Tobar
PhD en Ciencia Política
Universidad de Wisconsin
Estado Unidos

Manuel Rivera
Profesor Titular
Escuela de Ciencia Política
Universidad de San Carlos
Guatemala

Ruth Lucio
Directora Nacional
Salud de Altura
Ecuador

Jorge Kafka Zúñiga
Investigador
Transparencia Bolivia
La Paz, Bolivia

Fuente: http://libertadmiguelangelbeltran.blogspot.com/2009/05/docentes-e-investigadores-de-america.html

jueves, 28 de mayo de 2009

Diputados mexicanos repudian expulsión de Miguel Angel Beltrán

Texto íntegro de la proposición de Punto de Acuerdo al pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión
Diputados mexicanos repudian expulsión de Miguel Angel Beltrán

Rebelión

CON FUNDAMENTO EN LOS ARTÍCULOS 58 Y 59 DEL REGLAMENTO PARA EL GOBIERNO INTERIOR DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DIPUTADOS DE DIVERSOS GRUPOS PARLAMENTARIOS SUSCRIBEN LA PRESENTE PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO DE URGENTE Y OBVIA RESOLUCIÓN PARA SOLICITAR A LA SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES Y AL INSTITUTO NACIONAL DE MIGRACIÓN, EL ESCLARECIMIENTO DEL PROCESO DE EXPULSIÓN DEL DOCTOR MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS, BAJO LAS SIGUIENTES:

C O N S I D E R A C I O N E S

Durante toda nuestra historia, México se ha caracterizado, en diversos momentos y en diferentes circunstancias, por la apertura de sus fronteras y la expresión abierta de solidaridad para con todos los movimientos políticos y sociales a nivel mundial que, en ejercicio de sus derechos, han reclamado el mejoramiento de las condiciones sociales y políticas en todos los rincones del orbe. Desde Francisco Javier Mina y el libertador Simón Bolívar hasta los refugiados republicanos de la Guerra Civil Española, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro y las migraciones forzadas por el autoritarismo militar de América Latina, a lo largo de los últimos años del pasado siglo; todos habían encontrado en nuestro País un oasis de apertura política, desde el cual pujaron por el progreso de sus sociedades y de la Humanidad, en general.

Esta tradición fue brutalmente violada el pasado 22 de mayo, cuando autoridades migratorias mexicanas expulsaron de nuestro País al Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas, catedrático invitado por la Universidad Nacional Autónoma de México para realizar investigaciones científicas, en el área de la Sociología y la Historia Mexicanas, como parte del programa de desarrollo post doctoral de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de esa Casa de Estudios.

Los hechos sucedieron de la siguiente manera:

Miguel Ángel Beltrán Villegas es un reconocido catedrático que estudió en nuestro país la licenciatura y la maestría en sociología de 1993 a 1997. Regresó a Colombia y fue profesor en las universidades públicas de Cauca, Antioquia y Bogotá y fue invitado por el Centro de Estudios Latinoamericanos para ampliar su estancia académica en México.

El día 22 de mayo, el Instituto Nacional de Migración citó al profesor Beltrán para la ratificación del trámite de su visa FM-3, ya que la visa provisional con la que había entrado a nuestro país, en calidad de académico visitante, había expirado.

Ese día, el Doctor Beltrán se presentó en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración y fue detenido inmediatamente, trasladado al Centro de Migración de Iztapalapa y conducido, casi inmediatamente, a un avión que lo trasladaría a suelo colombiano.

En este proceso, el Instituto Nacional de Migración violó el artículo 1°, 5°, 6°, 11, 13, 15, 16, 17, 20, 21, 33, 39 y 41 de la Constitución Federal ya que, en ningún momento, se procuró resguardar las garantías individuales del Doctor Beltrán Villegas, seguir los principios fundamentales del debido proceso o respetar el principio de presunción de inocencia, establecidos en nuestra Carta Magna, además de haber violentado flagrantemente todas las garantías que se establecen en la Ley General de Población y su Reglamento, para aquellos extranjeros que pueden ser sujeto de expulsión del territorio nacional.

Según las autoridades colombianas, el 14 de abril de este año, se registró Circular Roja de Interpol, en contra de Miguel Ángel Beltrán, por los delitos de concierto para delinquir con fines terroristas, Financiación del Terrorismo y Administración de Recursos relacionados con actividades terroristas.

Adicionalmente, el Instituto Nacional de Migración, en un acto de malabarismo diplomático, evitó la aplicación del Tratado de Extradición celebrado con la República de Colombia, en donde se establece claramente que ninguna persona puede ser extraditada por delitos políticos o aquellos hechos que les sean conexos, como es el caso que hoy nos ocupa.

Las autoridades migratorias mexicanas han causado un grave daño a nuestro País. No cabe duda que el presente es un caso de persecución política en donde se han violado las mínimas garantías individuales y los derechos humanos de un brillante académico y docente, supeditando la justicia mexicana a la paranoia monomaniaca del terrorismo que sufre la derecha en el mundo. Como legisladores, no podemos permitir que estas arbitrariedades sucedan en nuestro País. Es nuestra responsabilidad, que deviene del propio mandato de la Soberanía, vigilar que el Pacto Fundamental resguarde a todos y cada uno de los habitantes de nuestro territorio, más aún cuando se trata de personalidades que aportan civilidad y conocimiento científico, como es el caso que nos ocupa.

Las acusaciones del gobierno colombiano resultan, a todas luces, imaginarias y quiméricas. Y gracias a la inmoralidad del gobierno mexicano, el Doctor Beltrán Villegas se encuentra en un grave peligro y responsabilizamos a las autoridades que lo deportaron de cualquier daño que pueda sufrir, física o moralmente. Así también, exigimos que, en un acto de constricción, el Estado Mexicano asuma la protección de su familia y sus colegas, para evitar mayores daños de los hasta ahora generados.

No obstante, estamos convencidos de que, a pesar de las múltiples violaciones cometidas por las autoridades migratorias mexicanas en contra del Doctor Beltrán Villegas, la voluntad del Pueblo de México es la de acoger, en todo tiempo, a aquellos perseguidos políticos que no encuentran sitio seguro en sus países de origen debido a los atropellos e injusticias de sus gobiernos. México se había caracterizado, hasta este fatídico día, por ser baluarte de la autodeterminación y la no intervención como principios rectores de la convivencia pacífica entre los pueblos.

No nos engañemos. Nos encontramos ante una asechanza política y no frente a un asunto delincuencial. Esta es una cacería no una detención legal. Esta es una persecución disfrazada de legitimidad.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, sometemos a la consideración de esta Honorable Soberanía, bajo el supuesto de urgente y obvia resolución la siguiente proposición con

PUNTO DE ACUERDO

Primero.- La H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión condena la expulsión y servil entrega del profesor y Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas al gobierno colombiano.

Segundo.- La H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión exige a la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, y a la Comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero Castillo, un informe pormenorizado respecto al procedimiento y justificación de la expulsión del Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas, realizada el pasado 22 de mayo de 2009.

Tercero.- La H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicita a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y a la Senadora colombiana Piedad Córdoba Ruiz, el seguimiento del proceso seguido en contra del Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas, por la justicia colombiana, a fin de evitar violaciones a sus derechos humanos y garantizar su integridad personal.

Dado en la Sede del Senado de la República

25 de mayo de 2009.

SUSCRIBEN

Diputado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

Diputado Jesús Humberto Zazueta Aguilar

Diputado Cuauhtémoc Sandoval Ramírez

Diputado Armando Barreiro Pérez

Diputado Ricardo Cantú Garza

Diputado Alejandro Chanona Burguette

Diputado José Antonio Almazán González

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=86030

domingo, 17 de mayo de 2009

Mario Benedetti vive en la eternidad

Táctica y Estrategia



Viceversa

Gastón Acurio: En el Perú es una obligación moral ser de izquierda

Gastón Acurio: “Pienso que en el Perú es una obligación moral ser de izquierda”

Reveladora entrevista del cocinero peruano al diario chileno El Mercurio. Reconoce que en el Perú hay personas que utilizan el conflicto con Chile para ganar puntos políticos “maquiavélicamente”.

Roberto Ochoa B.

“¿Qué sector político lo identifica?”, fue la pregunta lanzada a boca de jarro por la periodista chilena Sabine Drysdale. La respuesta de Gastón Acurio fue inmediata: “Pienso que en el Perú es una obligación moral ser de izquierda”.

En una de las mejores entrevistas concedidas a la prensa chilena por Acurio, el famoso cocinero peruano amplió su respuesta: “Una izquierda no entendida como el control de la actividad productiva por parte del Estado, no una izquierda que le quita al rico para darle al pobre, sino que como una serie de acciones del Estado para darles herramientas a los no favorecidos para que puedan ser creadores de riqueza”.

El reportaje mereció la portada del suplemento “Sábado”, del influyente diario El Mercurio, de Chile. Drysdale y su reportero gráfico acompañaron a Gastón en su diario trajín, desde la hora del desayuno hasta el anochecer, pasando por su obligada visita al mercado de Surquillo y el recorrido por sus principales restaurantes de Lima.

La periodista chilena le consultó si, “como quería su padre (el ex senador acciopopulista Gastón Acurio Velarde) usted se transformó en un político”. A lo que Gastón respondió afirmativamente. “Sin duda, sí. Política gastronómica. No tenemos miedo en decirlo: los cocineros del Perú somos un movimiento que lo único que busca es hacer de la gastronomía un instrumento de desarrollo económico y social. Ser exportadores de tendencias de consumo”.

Gastón Acurio también descartó su voceada candidatura presidencial. “Me proponen a cada rato que sea candidato a la Presidencia y siempre digo que la gente está loca... Con qué descaro voy a hacer uso de ese respaldo popular para alimentar mi vanidad y querer ser presidente si no estoy preparado. Es absurdo, eso no va a ocurrir jamás”.

En otro momento de la entrevista, la periodista de El Mercurio preguntó por qué “los peruanos tenemos baja autoestima”. A lo que Gastón respondió: “Antes; ya no, gracias a la cocina”. Pero Sabine Drysdale insistió:

–¿Alguna vez usted caminó con la cabeza gacha?

Sí, porque nos enseñaron a ser tercermundistas. Ciudadanos de segunda categoría, exportadores de materias primas, importadores de productos terminados... entonces la cocina emerge como una reacción a eso y contagia a todo el país con ese sentimiento y hoy el peruano se siente orgulloso de serlo.

Los chilenos y el Perú

En el reportaje, la periodista recuerda que el Astrid & Gastón fue el primer restaurante abierto en Santiago de Chile, seguido por el Tanta y pronto con La Mar. Enseguida preguntó:

–¿Qué piensa de los chilenos?

–Yo vivo en un mundo de permanente peligro en ese punto que me has tocado. Ando muy confundido en el sentido de cómo puede haber esta doble cara de una relación entre dos países, que por un lado se acusan mutuamente de una serie de cosas y, por otro, dan demostraciones de amar lo que hace el otro. Me explico: el mejor restaurante de Chile, que acaba de ser premiado, es de cocina peruana (Astrid & Gastón), ese es un aprecio hacia la cultura del Perú. Y, por otro lado, aquí (en Lima) las tiendas más exitosas, donde los peruanos acuden a comprar masivamente, son chilenas. Eso me confunde. Hay una herida abierta, el tema limítrofe, la guerra, hay gente que utiliza eso para exacerbar y ganar puntos políticos maquiavélicamente. Creo que hay mucha manipulación de personas que tienen intereses en que esta rivalidad, esta herida, continúe abierta.

La clave

imperio de los sentidos. El imperio del cocinero Acurio está formado por los restaurantes Astrid & Gastón, La Mar, La Pepa, Panchita, Tanta, Pascuale y Chicha, repartidos en 14 sucursales en Perú y otras 14 en América Latina, España y EEUU, con planes de abrirse mercado en Inglaterra. El año pasado facturaron US$ 75 millones de dólares; atienden a 5 mil personas al día. Y no termina ahí: su última aventura es una cadena de hoteles boutique llamada Nativa.

Aprendí a usar zapatos, pero sin corbatas

En algún momento del reportaje Gastón comentó una fotografía publicada en una revista local: “Aprendí a usar zapatos después de que fui al Palacio de Gobierno con zapatillas. En la revista Caretas aparece una foto en que sale el presidente Alan García, yo y un ministro mirando mis zapatillas con la cara así (hace una mueca de entre asco e impresión). Desde ahí salgo en el ranking de los peor vestidos. Pero cuando ves la lista de los 10 mejor vestidos, menos mal que no estoy”.

Con respecto a las responsabilidades de la clase alta, Gastón aseguró que “La clase trabajadora es muy amable, de una bondad y una paciencia a prueba de todo... La clase dominante no tanto, ese es el problema del Perú. La clase dominante nunca ha estado a la altura de sus responsabilidades”.

Consultado sobre si le avergüenza haber nacido en la clase alta, Gastón respondió: “Puede ser. Lo que sí tengo claro es que mi generación no está dispuesta a ser igual que la anterior. No estamos dispuestos a que nos acusen de no haber estado a la altura de nuestras responsabilidades”.

Fuente: http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20090517/12/pagina/15

sábado, 16 de mayo de 2009

México: responsabilidad y estoicismo

TRIBUNA: ENRIQUE KRAUZE
México: responsabilidad y estoicismo

Escribe: ENRIQUE KRAUZE 16/05/2009

México ha refutado ante el mundo la versión de ser un "Estado fallido", pero el mundo, al parecer, no se ha enterado. Aunque el virus ha cobrado decenas de vidas y tiene ya un efecto devastador sobre nuestra lastimada economía, su estela destructora pudo haber sido mucho mayor si el Gobierno federal y los Gobiernos estatales (en particular los del centro del país, correspondientes a los tres partidos mayoritarios) no hubiesen reaccionado de manera coordinada.

Esa cooperación entre gobernantes de filiaciones diversas dio credibilidad a la acción estatal y contribuyó a que las instituciones de salud (con todas sus limitaciones presupuestales y técnicas, y sus rémoras burocráticas y sindicales) pasaran decorosamente esta prueba de fuego. La comunicación sobre la peligrosidad del virus no estuvo a la zaga: movilizó a decenas de millones de personas que respondieron atendiendo los lineamientos de las autoridades. Esa mayoría silenciosa fue la verdadera heroína en estos días aciagos.

Lo sigue siendo, como debería ser evidente para cualquier observador de buena fe. ¿Qué habría visto ese testigo en la semana álgida de fines de abril a principios de mayo? ¿Y qué vería ahora? Entonces habría visto el cierre pacífico y ordenado de escuelas, iglesias, restaurantes, partidos de futbol. Y ahora vería que en los restaurantes los meseros utilizan tapabocas, guardan su distancia de los comensales, se abstienen de tocar el pan que sirven, proveen sustancias desinfectantes y se comportan con precaución y diligencia; vería maestros y padres de familia ejecutando con buen ánimo labores de limpieza en los salones de clase; vería a las doctoras en el Aeropuerto Benito Juárez sometiendo, con delicadeza y celeridad, cuestionarios y pruebas pertinentes a los viajeros; vería "caravanas de la salud" recorriendo la ciudad con sus servicios; vería a las parejas abrazarse con tapabocas. En suma, habría visto y vería un despliegue notable de solidaridad y madurez cívica.

A pesar de estas evidencias, el balance general en la prensa mundial ha sido de reprobación. La razón es simple: sospecho que el sesgo tiene menos que ver con las carencias profesionales o editoriales de los reporteros que con el contagioso virus que se respira en la política nacional, un virus compuesto de radicalismo, distorsión ideológica y amnesia histórica.

Las facciones de los partidos han envenenado la atmósfera política mexicana. En plena esquizofrenia, mientras en el caso de la epidemia los gobernantes colaboraban entre sí, los jerarcas de esos mismos partidos se destrozaban en una escalada de calumnias. Otro elemento constante de discordia es la presunción nunca probada del fraudede 2006 y la consecuente fidelidad al ex candidato presidencial López Obrador, cuyo designio explícito es "salvar a México". Esta "salvación" no se aplicó en el caso de la gripe. Su grupo compacto y sus muchos simpatizantes han negado casi la existencia misma del virus y sostienen la idea de que se trató de una maquinación del Gobierno para imponerse en las próximas elecciones legislativas de julio. Aunque carece de sustento, esta visión condiciona el tratamiento del tema: reconocer que, en este caso, se actuó con relativo acierto es "hacer el juego" a un Gobierno de "derechas", es ir contra las pautas elementales de la "corrección política".

La distorsión ideológica es una manía muy difundida en ciertos círculos académicos (ciencias sociales y políticas, economía), mucho más que en ámbitos técnicos y científicos.

En aquéllos se han propagado las más extrañas teorías de conspiración y se ha manifestado una reprobación total hacia las acciones del Gobierno federal.

Los cargos son muchos, las pruebas pocas: reaccionar tardíamente (algo quizá hubo de esto), confundir las cifras, esconder la información, "atomizar" y desmovilizar a la población, exhibir "patrioterismo" y hasta "discriminar" a los chinos y suramericanos. En cambio, los científicos han visto con mejores ojos el desempeño oficial, tanto de Calderón como de Ebrard. El problema es que los reporteros internacionales suelen entrevistar sobre todo a los intelectuales académicos (con frecuencia a los mismos, algunos con obras respetables, otros sin obra alguna) y no a los científicos, ni siquiera a doctores de gran autoridad en este tema como Jesús Kumate y Adolfo Martínez Palomo. Sensible a ese sesgo, al menos The New York Times tuvo el acierto de pedir una colaboración a Julio Frenk, que dirige actualmente un instituto internacional de salud pública en Harvard.

El tercer factor es la ignorancia de la historia. Tras el terremoto de 1985, el Gobierno reaccionó con estupefacción y retraso, y puso trabas a la ayuda internacional.

Fue la sociedad civil la que salió a las calles devastadas de la Ciudad de México, en un acto masivo de solidaridad que rescató muchas vidas. Casi 25 años más tarde, gobiernos y sociedad actuaron juntos ante una contingencia casi tan sorpresiva como aquella y potencialmente más letal. Este progreso tangible fue reconocido por un solo reportero internacional: Larry Rother, corresponsal del New York Times en México en los años ochenta y noventa.

Amartya Sen ha argumentado convincentemente que los desastres naturales en India se han manejado con mayor eficiencia y menor costo gracias a la democracia: la intensidad permanente del debate público (que no existe en China) mejora el desempeño gubernamental. La tesis de Sen se ha comprobado en México.

El debate público (aun con las diatribas más irracionales) contribuyó a que las instituciones del Estado hayan cumplido con razonable eficacia su tarea. Pero la prensa internacional no ha reconocido ese esfuerzo ni ha tenido ojos para la verdadera noticia de estas semanas: la hazaña de una sociedad responsable y estoica, una sociedad que no tiene quien la describa.

Enrique Krauze es escritor mexicano, director de la revista Letras Libres.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Mexico/responsabilidad/estoicismo/elpepuopi/20090516elpepiopi_4/Tes

jueves, 14 de mayo de 2009