Democracia y derechos humanos: Pilar fundamental de sociedades justas y libres

Primer acto: Alberto Vergara, politólogo y profesor asociado de la Universidad del Pacífico, declara que el gobierno de la Presidenta Dina Boluarte es la continuidad degradada de Pedro Castillo y que “el gobierno de Boluarte es la barbarie porque en alianza con el legislativo y con buena parte de la élite económica y mediática del país, está trabajando para derruir el Estado de derecho, la democracia y una relación con la sociedad fundada en el respeto”.

Segundo acto: Lucas Ghersi, “Abogado y docente universitario comprometido con la defensa de la libertad” (según reza su propio perfil de Twitter) declara que “A más derechos humanos menos democracia”.

¿Cómo se llama la película? Un país en barbarie ¿cabe alguna duda?, así estamos en el Perú en pleno 2023…

La democracia y los derechos humanos son dos conceptos fundamentales que están íntimamente relacionados. La democracia se basa en la idea de que todos los ciudadanos tienen voz y voto en la toma de decisiones políticas, mientras que los derechos humanos son aquellos que se consideran esenciales para la dignidad y el bienestar de todas las personas, independientemente de su raza, género, religión u orientación sexual.

En teoría, cuanto más derechos humanos existen en una sociedad, más democrática debería ser. Esto se debe a que los derechos humanos son una parte integral de la democracia, ya que permiten a los ciudadanos participar plenamente en la vida política y social de su país. Por ejemplo, el derecho a la libertad de expresión permite a los ciudadanos expresar sus opiniones y críticas sobre el gobierno y otros temas importantes sin temor a represalias, lo que es esencial para una democracia saludable.

Sin embargo, la realidad es más complicada. Aunque la democracia y los derechos humanos están estrechamente relacionados, no siempre se dan al mismo tiempo. En algunos casos, un país puede tener un alto nivel de derechos humanos pero una democracia débil o inexistente. Por otro lado, algunos países pueden tener una democracia fuerte pero un bajo nivel de respeto por los derechos humanos.

En general, podemos decir que la democracia y los derechos humanos se refuerzan mutuamente. Una sociedad que respeta los derechos humanos es más propensa a ser democrática, ya que los ciudadanos tienen más confianza en su gobierno y están más dispuestos a participar en el proceso político. Del mismo modo, una sociedad democrática tiende a respetar más los derechos humanos, ya que la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para una democracia saludable.

En el Perú de hoy, ¿se están respetando los derechos humanos? Claramente no. ¿Y cuál es el nivel de nuestra democracia? Muy frágil, absolutamente endeble, precaria, por decir lo menos.

La relación entre la democracia y los derechos humanos es compleja pero fundamental. Aunque no siempre se dan al mismo tiempo, ambos son esenciales para una sociedad justa y equitativa. Como ciudadanos, debemos trabajar juntos para promover tanto la democracia como los derechos humanos en nuestras comunidades y en todo el mundo. Solo así podremos construir un futuro más justo y próspero para todos.

Publicar un comentario

0 Comentarios