lunes, 22 de agosto de 2016

Luis Edmundo Paredes del Carpio

Nuestros camaradas se alejan cantando…

CAMARADA EVERT

Escribe: Emilio Rosas Villanueva

Detener un tornado con una malla era pretender inmovilizar a Edmundo, de espíritu indomable que nació con él y lo cultivó durante toda su vida.

Compartimos niñez en el barrio del Beaterio, vecindario tranquilo, de personas sanas y esencia bondadosa, trabajadoras y honestas. Siempre te distinguió la inquietud, con padres amorosos y disciplinados, fuiste el único de tus hermanos que en la niñez usó pantalón largo (machismo de la época), lo que te calificó para salir a jugar con todos nosotros al fútbol, “bata”, lucha libre, box a puño limpio en que fuiste campeón indiscutible, a los trompos…, y además solías cantar

Carnaval caramba/que pronto te vas/porque no te quedas/ocho días más

En las vacaciones, temprano por las mañanas, visitábamos “nuestros árboles” de las chacras de Umacollo, donde cuidábamos los nidos de las pichitankas que cada uno “tenía” a su cargo. Tú nos ganabas en cantidad.

En la adolescencia adoptaste un comportamiento caballeroso y ya desde Yanahuara, salías a la calle con tu traje de saco y corbata. En ese momento los torbellinos de la vida te acercaron a la ideología de la clase obrera, que la adoptaste desde entonces hasta tu muerte. SIEMPRE FUISTE MARXISTA LENINISTA.

Ya en la Juventud Comunista Peruana, tu capacidad organizativa era inmensa, formaste muchísimos círculos de la Juventud Comunista y podías lograr un mitin en medio día, como cuando llegó Pedro Beltrán Espantoso (premier de Manuel Prado). En este caso cambiaste la letra a la música de la popular canción republicana española

Viva Arequipa la Roja/viva la cara bonita/viva la que tiene amores/con un joven comunista…

El amor por el estudio se te dio desde temprano, pero no solamente para lograr la profesión –cualidades para ello te sobraron y por ello fuiste Abogado- sino el estudio de cuanta ciencia social estuvo a la altura de tu interés, en primer lugar el Marxismo Leninismo. Esto último te condujo hasta la Unión Soviética, Escuela Central del Komsomol, donde con honores te ganaste el aprecio académico y humano de tus profesores, quienes te llamaron “Arturito”. Te extrañaban desde los traductores Misha, Ala, Ina, y tus profesores Byelous, Praton. Allí formaste amistades de todo el mundo, muchos de los cuales perecieron en combate por la independencia de su patria (los africanos), otros por eliminar la explotación del hombre por el hombre en una sociedad mejor, y los árabes asesinados por el sionismo. De allí nos trajiste:

Si me quieres escribir/ya sabes mi paradero/en el Quinto Regimiento/primera línea de fuego…

Mare, mare, mare/mare está cantando/(bis) /Nuestros camaradas se alejan cantando…

Y de la lejana África:

“Yala, Yala n´kisin a Yala/moni botini fo/n´kisin a Yala…”

El puñal de la traición maoísta a nivel mundial hirió profundamente tu espíritu comunista y por ello le diste lucha frontal y sin cuartel, ideológica, política, y de masas, sin dar ni recibir tregua. Fuiste por ello el Primer Comandante del 5° Regimiento del FER Bolchevique, demostrando tu capacidad de mando y movilización en históricas jornadas universitarias, siendo memorable la Noche del Claustro Agustino donde pusiste fin a la matonería de la llamada “guardia roja” maoísta que comandaba V. R. Cadenas V.

Cuba, Vietnam, Panamá, República Dominicana, Palestina, fueron centro de tu solidaridad inquebrantable, durante toda tu vida. Resuena eterno tu canto

Cuba, que linda es Cuba/ahora sin yanquis/te quiero más/ Cubita linda…

El sindicalismo de clase mereció tu atención y ello es testimoniado por tu inagotable actividad para reconstruir una Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA) clasista. Igual energía pusiste para formar el CDUS (Comité de Defensa y Unidad Sindical) que condujo a la reconstrucción de la CGTP. En la misma línea de acción batallaste por la Reforma Agraria Auténtica, Petróleo para el Perú, la libertad para Jorge del Prado y luchadores populares.

Tu comportamiento ejemplar en la gran huelga arequipeña del Frente Único de Defensa de la Economía Popular de Arequipa (FUDEPA), durante 8 (ocho) días en las trincheras, que motivó tu detención en la cárcel de Siglo XX y procesamiento represivos, en el primer gobierno pro imperialista de Belaúnde. En el fragor del combate solías cantar.

La mujer del cejijunto/rumba, la rumba, la rumba ba/no cocina con carbón/ ¡Ay Carmela, ay Carmela. Pues cocina con los cuernos/rumba, la rumba, la rumba ba/ de su marido el cabrón/¡Ay Carmela…

Te identificaste tempranamente con el proceso revolucionario de Juan Velasco Alvarado, siendo alto dirigente de las JURE, para enfrentar a la matonería aprista.

El régimen asesino de la banda del nipón mereció tu combate decidido, organizaste núcleos de resistencia que a diario combatían en nuestra Plaza de Armas. Allí arengabas cantando:

Con Fujimori quieren casarte/con Fujimori no puede ser/ese choro es un asesino/y tortura a su mujer.

Con comunista quieres casarte/con comunista sí puede ser/el comunista es un valiente/y da besitos a su mujer.

Te ganaste el cariño infinito de cuantos nos consideramos tus camaradas, pero tu partida nos deja incompletos, quebrados. Hoy solamente atino a entonar

Mi camarada Arturo se aleja cantando…


Edmundo Paredes del Carpio

¡Adiós camarada Arturo!

Murió Edmundo Paredes del Carpio

Escribe: Francisco del Carpio

Amigo leal y consecuente,
camarada Evert en la jota,
camarada Arturo en el partido,

Los jóvenes comunistas del 60,
los camaradas del radio 9,
los del círculo "Che Guevara",
los de la Unión Popular de la Juventud,
los del Comité de Activistas de esos años,
siempre te recordaremos.

Te recordaremos en las marchas en defensa de la Revolución Cubana,
en defensa de Vietnam,
contra la invasión a Panamá en el consulado yanki con Emilio Rosas y Magdiel Gonzáles.

Cantando las canciones de la República Española,
y tu favorita: "Cuba, que linda es Cuba",
lo mismo que el infaltable carnaval que compusiste.

Te recordaremos en defensa de la integridad del Partido,
junto a Don Augusto, Casapía y el Pato Salazar,
junto al Flaco Ventura y el Ratón Sulca,
junto a los Rosas Villanueva, César Salas y Valentín Pacho.

Te recordaremos en el Comité Regional de la Juventud del 62 con Beto y Ferré,
en la Comisión de Organización con Sonia Mendoza y Fedor Jiménez.
tu viaje a la Unión Soviética y tu regreso hablando ruso.

Te recordaremos en el Regional del 64,
en la FUA de ese año peleando a puño limpio por el Chino Málaga,
y tu eras buen gallo de pelea.

Te recordaremos en el X Congreso de la FEP, el tempestuoso viaje al Cusco,
el cholo Granda bajándose del tren
y Magdiel furioso.

Te recordaremos en "La defensa de La Siberia" frente a las "hordas" chinas el 65
viendo a Milla y "al" Stalin Málaga pegando nuestra propaganda
y Magdiel reclamando su zapato.

Finalmente:

¡Cómo no recordarte redivivo en el Comité local del Partido en Miraflores el 80.
¡cómo no recordar tus consignas y tus locuras!
las del "X Congreso, rumbo al socialismo" junto al camarada Chico

Cómo no recordarte vivo
Comandante en jefe del Quinto Regimiento.

Un grande y fuerte abrazo flaco querido
y, hasta (la victoria), siempre.

lunes, 1 de agosto de 2016

País de violadores

PAÍS DE VIOLADORES

Escribe: Jaime Paredes Calla

La congresista Indira Huilca ha declarado que el Perú es un país de violadores, se ha referido de esa forma a la considerable problemática de denuncias por casos de violación sexual cuyas cifras son más que alarmantes, aquí únicamente algunas:

  • En el año 2014, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) han atendido 50,485 casos por violencia familiar y sexual (ver aquí).
  • Entre el 2005 y 2009, el Perú registró la mayor tasa de denuncias por violación sexual (22.40) por 100,000 habitantes en países de América del Sur (ver aquí).

¿Qué es ser un violador?, alguien que tiene “acceso carnal con alguien en contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento”, según una acepción de la Real Academia Española (RAE).

Vayamos ex profesamente más allá de la referencia sexual y admitamos de una vez, cada uno en singular y en primera persona, hombres y mujeres, que SOMOS VIOLADORES, no solo los peruanos, sino gran parte de los latinoamericanos (incluyendo al género femenino), y lo somos por “Infringir o quebrantar una ley, un tratado, un precepto, una promesa, etc.”, según otra acepción de la RAE, huelgan situaciones:

  • Cuando nos pasamos la luz roja del semáforo, en nuestra calidad de conductores o peatones.
  • Cuando no respetamos el asiento reservado en unidades de transporte público.
  • Cuando no respetamos el asiento reservado en unidades de transporte público.
  • Cuando burlamos la autoridad policial por alguna infracción de transporte.
  • Cuando eludimos el pago de impuestos.
  • Cuando nos pasamos la cola en perjuicio de quienes están formando con antelación.
  • Cuando botamos la basura fuera del horario establecido por la municipalidad.

Por favor, completen la lista #SomosVioladoresCuando...

Ciertamente una norma, cualquiera sea su naturaleza (legal, social, moral, religiosa, etc.), es todo intento de regular la conducta humana, y en este plano admitamos que –alguna vez- hemos violado su esencia y sentido.

Requerimos una profunda reflexión sobre nuestros actos cotidianos y permanentes que constituyen violaciones, sea que los practiquemos intencionalmente o simplemente por “inercia”, la responsabilidad es en primera persona, dejemos de culpar a las autoridades y políticos, empecemos por cada uno de nosotros y atrevámonos a ser guardianes y reguladores para retomar el orden social que nuestras normas intentan promover.

Ad portas de la marcha #NiUnaMenos este 13 de agosto, que repudia las agresiones hacia las mujeres y las sentencias judiciales que dejaron en libertad a hombres acusados de agredir a sus exparejas, es preciso expresar nuestro respaldo ciudadano generalizado a esta movilización nacional.

En mi calidad de ciudadano, exhorto a que DEJEMOS DE SER UN PAÍS DE VIOLADORES, no solo por las diversas formas que se ejercen contra las mujeres, dejemos de ser un país de violadores del orden establecido por nuestras normas de convivencia.