Nuestros camaradas se alejan cantando…
CAMARADA EVERT
Escribe: Emilio Rosas Villanueva
Detener un tornado con una malla era pretender inmovilizar a Edmundo,
de espíritu indomable que nació con él y lo cultivó durante toda su vida.
Compartimos niñez en el barrio del Beaterio, vecindario tranquilo, de
personas sanas y esencia bondadosa, trabajadoras y honestas. Siempre te
distinguió la inquietud, con padres amorosos y disciplinados, fuiste el único
de tus hermanos que en la niñez usó pantalón largo (machismo de la época), lo
que te calificó para salir a jugar con todos nosotros al fútbol, “bata”, lucha
libre, box a puño limpio en que fuiste campeón indiscutible, a los trompos…, y
además solías cantar
Carnaval caramba/que pronto te vas/porque no te quedas/ocho días más
En las vacaciones, temprano por las mañanas, visitábamos “nuestros
árboles” de las chacras de Umacollo, donde cuidábamos los nidos de las
pichitankas que cada uno “tenía” a su cargo. Tú nos ganabas en cantidad.
En la adolescencia adoptaste un comportamiento caballeroso y ya desde
Yanahuara, salías a la calle con tu traje de saco y corbata. En ese momento los
torbellinos de la vida te acercaron a la ideología de la clase obrera, que la
adoptaste desde entonces hasta tu muerte. SIEMPRE FUISTE MARXISTA LENINISTA.
Ya en la Juventud Comunista Peruana, tu capacidad organizativa era inmensa,
formaste muchísimos círculos de la Juventud Comunista y podías lograr un mitin
en medio día, como cuando llegó Pedro Beltrán Espantoso (premier de Manuel
Prado). En este caso cambiaste la letra a la música de la popular canción
republicana española
Viva Arequipa la Roja/viva la cara bonita/viva la que tiene amores/con
un joven comunista…
El amor por el estudio se te dio desde temprano, pero no solamente para
lograr la profesión –cualidades para ello te sobraron y por ello fuiste
Abogado- sino el estudio de cuanta ciencia social estuvo a la altura de tu
interés, en primer lugar el Marxismo Leninismo. Esto último te condujo hasta la
Unión Soviética, Escuela Central del Komsomol, donde con honores te ganaste el
aprecio académico y humano de tus profesores, quienes te llamaron “Arturito”.
Te extrañaban desde los traductores Misha, Ala, Ina, y tus profesores Byelous,
Praton. Allí formaste amistades de todo el mundo, muchos de los cuales
perecieron en combate por la independencia de su patria (los africanos), otros
por eliminar la explotación del hombre por el hombre en una sociedad mejor, y
los árabes asesinados por el sionismo. De allí nos trajiste:
Si me quieres escribir/ya sabes mi paradero/en el Quinto
Regimiento/primera línea de fuego…
Mare, mare, mare/mare está cantando/(bis) /Nuestros camaradas se alejan
cantando…
Y de la lejana África:
“Yala, Yala n´kisin a Yala/moni botini fo/n´kisin a Yala…”
El puñal de la traición maoísta a nivel mundial hirió profundamente tu
espíritu comunista y por ello le diste lucha frontal y sin cuartel, ideológica,
política, y de masas, sin dar ni recibir tregua. Fuiste por ello el Primer
Comandante del 5° Regimiento del FER Bolchevique, demostrando tu capacidad de
mando y movilización en históricas jornadas universitarias, siendo memorable la
Noche del Claustro Agustino donde pusiste fin a la matonería de la llamada
“guardia roja” maoísta que comandaba V. R. Cadenas V.
Cuba, Vietnam, Panamá, República Dominicana, Palestina, fueron centro
de tu solidaridad inquebrantable, durante toda tu vida. Resuena eterno tu canto
Cuba, que linda es Cuba/ahora sin yanquis/te quiero más/ Cubita linda…
El sindicalismo de clase mereció tu atención y ello es testimoniado por
tu inagotable actividad para reconstruir una Federación Departamental de
Trabajadores de Arequipa (FDTA) clasista. Igual energía pusiste para formar el
CDUS (Comité de Defensa y Unidad Sindical) que condujo a la reconstrucción de
la CGTP. En la misma línea de acción batallaste por la Reforma Agraria
Auténtica, Petróleo para el Perú, la libertad para Jorge del Prado y luchadores
populares.
Tu comportamiento ejemplar en la gran huelga arequipeña del Frente
Único de Defensa de la Economía Popular de Arequipa (FUDEPA), durante 8 (ocho)
días en las trincheras, que motivó tu detención en la cárcel de Siglo XX y
procesamiento represivos, en el primer gobierno pro imperialista de Belaúnde.
En el fragor del combate solías cantar.
La mujer del cejijunto/rumba, la rumba, la rumba ba/no cocina con
carbón/ ¡Ay Carmela, ay Carmela. Pues cocina con los cuernos/rumba, la rumba,
la rumba ba/ de su marido el cabrón/¡Ay Carmela…
Te identificaste tempranamente con el proceso revolucionario de Juan
Velasco Alvarado, siendo alto dirigente de las JURE, para enfrentar a la
matonería aprista.
El régimen asesino de la banda del nipón mereció tu combate decidido,
organizaste núcleos de resistencia que a diario combatían en nuestra Plaza de
Armas. Allí arengabas cantando:
Con Fujimori quieren casarte/con Fujimori no puede ser/ese choro es un
asesino/y tortura a su mujer.
Con comunista quieres casarte/con comunista sí puede ser/el comunista
es un valiente/y da besitos a su mujer.
Te ganaste el cariño infinito de cuantos nos consideramos tus
camaradas, pero tu partida nos deja incompletos, quebrados. Hoy solamente atino
a entonar
Mi camarada Arturo se aleja cantando…
Fuente: Jornal de Arequipa