El legado en la educación
Editorial Diario Oficial El Peruano
En su reciente viaje a Washington, el presidente del Consejo de
Ministros, Pedro Cateriano, resaltó que el legado más importante del jefe del
Estado, Ollanta Humala, está en el campo educativo, y se mostró muy optimista
de que los siguientes gobiernos continúen los proyectos que dejará la actual
administración.
Desde el 28 de julio de 2011, el presidente Humala colocó la educación
como uno de los principales pilares de su gestión. Hoy, las riquezas de las
naciones no se miden por la explotación de materias primas, sino por su
capacidad de innovación en sus diversos campos productivos. América Latina
sufre una desaceleración ante la caída de los precios de los commodities y aún
no ha podido transitar por la diversificación productiva de su economía.
En la actualidad, un país que no invierte en la investigación e
innovación tendrá problemas para su desarrollo durante los próximos años.
Por tal motivo, el presente Gobierno lanzó un profundo proceso de
reformas que está enfocado, como indica el Ministerio de Educación (Minedu), en
la revalorización de la carrera docente, la mejora de la calidad del
aprendizaje, la modernización de la gestión educacional y el cierre de la
brecha de la infraestructura educativa.
Para lograr dicha meta, el Gobierno consiguió lo que anteriores
administraciones no pudieron: el aumento paulatino del presupuesto de la
educación. El año pasado llegó al 4%.
El Minedu impulsó la carrera magisterial con el propósito de atraer el
mejor capital humano. Para este fin desarrolló un concurso, en el cual 200,000
postularon y solo ingresaron 8,000 a dicha carrera.
Además, respaldó toda política que significara un justo aumento de
sueldos de los profesores, pero esta se basó en los principios de la
meritocracia. En la evaluación de 180,000 maestros de todo el país, solo
lograron aprobar 55,000, a los cuales se les otorgó un incremento del 40% de
sus remuneraciones. También se seleccionó por examen a 15,000 directores, que
recibirán capacitación adicional en gestión y liderazgo. En cuanto a los estudiantes,
la inversión por alumno aumentó de 650 a 1,000 dólares con el objetivo de
alcanzar la excelencia. Y en forma especial, para los más pobres se diseñó Beca
18, que ha beneficiado a 83,000 peruanos en el país y en el extranjero.
Para cerrar la brecha de la inversión en infraestructura educativa, la
Presidencia ha destinado la cifra histórica de 13,000 millones de soles.
Los principales beneficiados han sido los alumnos de las escuelas de
las regiones y las zonas rurales, donde se han construido y rehabilitado
alrededor de 4,000 planteles. Además, los colegios de alto rendimiento
aumentaron a 22 con la implementación de nuevos centros en diversas regiones
del país.
Lejos de toda posición populista y cortoplacista, lo cierto es que los
frutos de este intenso trabajo se verán en el mediano y largo plazo. Solo
esperamos que la política de Educación, como indica el ministro Jaime Saavedra,
deje de ser de gobierno para convertirse en una política de Estado.
Un país que no invierte en la investigación e innovación tendrá
problemas para su desarrollo en los próximos años. Por tal motivo, la educación
se vuelve cada vez más importante.
Fuente: El Peruano
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