LA IMPORTANCIA DE LA POLÍTICA, enseñada desde el colegio, CON OCASIÓN
DEL ANIVERSARIO PATRIO
Escribe: Alberto Borea Odría
Quiero ceder el paso en esta columna a un análisis hecho desde un
colegio, el Héctor de Cárdenas, a la contradicción a la que a diario asistimos.
Leamos:
“El 11 de julio en el diario Expreso, Pedro Pablo Kuczynski declaraba
textualmente ante una pregunta sobre su candidatura: Son especulaciones de
gente malvada que trata de meterme en la política, y yo no soy político”. De la
misma forma, en el “Paseo Colón hay un gigantesco banner en el cual aparece el
rostro de Fujimori con el texto Soy un rehén de los políticos”. No se puede
entender cómo quien ha sido ministro varias veces, candidato presidencial y
caudillo de un “partido”… que lleva sus iniciales y un dictador por más de 8
años, que fue además candidato al Senado japonés, digan que no son políticos.
Es evidente “que se debe al descrédito en el cual ha caído la palabra
política; un descrédito que es fruto de … las acciones erróneas y muchas veces
corruptas de malos individuos que han incursionado en la política para sacar
provecho de ella y no para servir. Asimismo, por el descrédito intencionado que
hacen de la política quienes dominan las sociedades, que buscan alejar de la
cosa pública a personas probas y capaces, para tener ellos el campo libre para
sus fechorías” o sus negocios.
“Es necesario reivindicar el término política para motivar a las
personas sanas de nuestra sociedad a participar en ella para servir al país, …
la democracia solo es posible con ciudadanos que participan conscientemente en
la vida de su sociedad”…
Es en ese sentido, que Juan Pablo II dice “los fieles laicos de ningún
modo pueden abdicar de la participación en la «política» … Las acusaciones de
arribismo, de idolatría del poder, de egoísmo y corrupción que con frecuencia
son dirigidas a los políticos no justifican lo más mínimo ni la ausencia ni el
escepticismo de los cristianos en relación con la cosa pública” (Cristifideles
Laici 42).
Antes que él, Pío XII señalaba que “la política es la forma más excelsa
de practicar la caridad después de la religión. Ello se debe a que exige una
respuesta libre al servicio de la lucha por el desarrollo humano integral”. Y
recientemente Francisco I nos dice que: “la vocación política es una de las
formas más preciosas de la caridad porque busca el bien común” (Evangelii
Gaudium).
Al acercarse un nuevo aniversario de nuestra patria, invitamos a
participar en la vida política del Perú; la ciudadanía se vive en cada momento
y en toda edad”.
Fuente: Diario Correo
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